Empresas de diferentes sectores se están encontrando con problemas para cubrir las vacantes. Es más en ocasiones ven como incluso trabajadores que ya tienen en plantilla renuncian y buscan otras oportunidades, ya sea en la competencia o en otro sector. Por eso muchos se preguntan si su oferta laboral no es suficiente para atraer trabajadores, ¿qué ha cambiado si es igual que hace un año?
Aunque no es del todo cierto. El año pasado ya se vieron ciertos indicios de que en algunos sectores había problemas para cubrir puestos vacantes. Pero la excusa fundamental era que los trabajadores en ERTE no querían trabajar o aceptar otras propuestas de trabajo. Con la pandemia prolongándose más de los esperado y una temporada de verano irregular no se diagnosticó de forma certera el problema.
Todo ha cambiado en apenas dos años
Una empresa que realiza una oferta laboral y pone las mismas condiciones que tenía en 2020 es muy posible que no despierte interés. No es solo que reciba menos candidaturas, sino que las que le lleguen sea de gente con menos experiencia y menos formación. En definitiva, menos cualificada.
Porque hay diferentes aspectos que hacen que las condiciones ofertadas ya no sean tan atractivas:
- La inflación hace que los sueldos hayan bajado. Una oferta de 22.000 euros brutos al año que podía ser interesante en 2020, hoy en día puede resultar muy justa o totalmente insuficiente. Un 10% de inflación suponen más de dos mil euros menos anuales.
- Costes de desplazamiento al lugar de trabajo, que se han disparado. Y no todas las ciudades tienen un sistema de transporte público potente que nos de una alternativa económica. Además, coger el trasporte público en grandes ciudades puede suponer un tiempo de desplazamiento que muchos no están dispuestos a asumir.
- El teletrabajo como alternativa, a corto y medio plazo, ya lo contemplan como aspiración los candidatos en muchos puestos de trabajo. Antes del inicio de la pandemia ni siquiera se planteaban la posibilidad de trabajar desde casa.
- Una Reforma Laboral que ha cambiado el modelo de contratación. Hace un año para un trabajador que le ofrecieran un contrato indefinido era una valor añadido, ahora ya no, es el mínimo a lo que se aspira.
- El aumento del precio del alquiler hace que muchos trabajadores no se puedan plantear buscar ofertas de trabajo fuera de la ciudad en la que residen.
- Y las prioridades personales han cambiado en muchos casos. Todo lo que hemos vivido estos dos años ha hecho que muchas personas se replanteen sus prioridades. La carrera profesional a costa de todo es una de ellas. Familia o simplemente más tiempo libre para nosotros han pasado a ser prioridades. Y trabajos en los que sabemos que nos vamos a dejar la vida haciendo horas no se aceptan si no hay una compensación lo suficientemente atractiva.
No todo es cuestión de mejorar la oferta económica
Hay un límite mínimo en el que la oferta económica que la empresa pone encima de la mesa cubre las necesidades básicas de un candidato. Pero a partir de ahí tenemos otros condicionantes. Horarios, ubicación del centro de trabajo, ambiente laboral o desarrollo de la carrera profesional, que tienen mucho peso en la decisión final.
Pero también que el candidato tenga la impresión de que va a estar valorado y cuidado dentro de la empresa. Que no es solo un número, sino alguien valioso en nuestro equipo de trabajo. Y esta es algo que muchas veces se tiene que transmitir en la propia entrevista de trabajo.