Según los datos de la Seguridad Social recogidos por UATAE, los autónomos jubilados han cobrado este mes de enero 36 euros más de media en su pensión. Motivo de celebración, sin duda, de no ser porque la brecha entre las pensiones de los autónomos y de los asalariados continúa incrementándose.
En concreto, los trabajadores jubilados por el Régimen General cobran en 2019 20 € más que el año pasado comparados con los jubilados del RETA. En total, las pensiones de los autónomos se sitúan en 681 € de media, mientras los trabajadores asalariados perciben 1083,48€. Es decir, 402€ menos, un 37,15% menos.
UATAE ha ido un poco más allá, y ha querido reflejar la brecha de género que se produce cuando los autónomos cobran la pensión. Según esta asociación, las trabajadoras autónomas perciben de media un 25% menos que los varones, lo que se traduce en una diferencia de 218 euros al mes (los hombres cobran 796,80€, frente a los 578,88 € de las mujeres).
En cierto modo, es lógico que las pensiones aumenten, ya que la base mínima de cotización, por la que actualmente cotizan la inmensa mayoría de los autónomos no ha parado de crecer en los últimos años. Evidentemente, lo que se necesita es que esa pensión permita mantener el poder adquisitivo del trabajador jubilado cuando deje de trabajar.
No obstante, queda mucho camino por recorrer. Para María José Landaburu, secretaria general de UATAE, “el sistema de cotización de los autónomos ha mantenido un régimen deficitario que ha condenado a los autónomos a unas míseras pensiones y ha perpetuado una desigualdad entre sistemas y entre géneros".
Sin embargo, con las elecciones a la puerta de la esquina, no hay motivos para la esperanza. Los autónomos volverán a ser el objetivo de las principales campañas políticas para, poco después, quedar relegados a un segundo plano. Es lo que ha ocurrido en los últimos años y lo que volverá a ocurrir en el futuro. Solo cabe resignarse.