Dicen que el trabajo dignifica. Y, añado, debería ser más que suficiente para no atravesar penurias económicas. Es posible que sea un comentario de perogrullo pero, al menos en España, esta afirmación no es tan evidente.
Al menos, esto es lo que se desprende del estudio realizado por la Fundación 1º de Mayo, perteneciente al sindicato CC.OO., con motivo de la celebración del Día Internacional para la erradicación de la pobreza, celebrado el día 17 de Octubre. Un informe que ha generado una gran preocupación puesto que de él se desprende que trabajar ya no es condición suficiente para no ser pobre.
Las cifras que maneja este informe hablan por sí solas. Los trabajadores españoles, tanto por cuenta propia como por cuenta ajena, son los terceros más pobres de toda la Unión Europea, ya que el 12,3% se sitúan por debajo del umbral de la pobreza, es decir, por debajo del 60% de la renta mediana de nuestro país. En este particular ranking solo nos superan los rumanos (19,1%) y los griegos (15,1%).
Por colectivos, el informe destaca que son los trabajadores españoles con menores a su cargo, los jóvenes con jornada a tiempo parcial y, en especial, los trabajadores autónomos, son los que más padecen la pobreza laboral en nuestro país.
Las causas parecen evidentes. Los trabajadores por cuenta ajena sufren para encontrar un empleo que satisfaga sus necesidades económicas, al tiempo que el colectivo de los autónomos son los que más sufren la voracidad confiscatoria del Gobierno, con unos costes de Seguridad Social de los más altos de Europa.
Evidentemente, en este informe no se incluyen los ingresos no declarados de las familias por lo que, teniendo en cuenta los datos de economía sumergida que manejan los técnicos de Hacienda, el porcentaje de personas en riesgo de pobreza puede ser sensiblemente menor.
No obstante, son datos para que reflexionemos profundamente. El actual sistema económico español no es capaz de absorber la actual oferta laboral y, en caso de hacerlo, no sirve para garantizar un empleo estable con un salario medianamente digno.
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