Ayer se anunció un plan de ayudas de 11.000 millones para los sectores del turismo, hostelería y pequeño comercio especialmente golpeados por la crisis económica y las restricciones en la movilidad o su propia actividad. No está claro como se va a ejecutar y por eso sindicatos y asociaciones de autónomos reclaman consenso y concreción en el destino de los 11.000 millones del plan de ayudas.
El objetivo es que sean las propias asociaciones de autónomos, uno de los sectores más débiles y también los sindicatos, pero también habría que incluir a los representantes de las empresas, los que ayuden con su conocimiento del sector a guiar estas ayudas para que lleguen a los más necesitados y a la vez sirvan para mantener en marcha a las empresas.
El presidente @sanchezcastejon anuncia en el Congreso de los Diputados la puesta en marcha de ayudas a nuestro colectivo por valor de 11.000 millones de €.
— Eduardo Abad Sabaris (@EDUARDOABADSABA) February 24, 2021
Pedimos concreción y diálogo para el desarrollo de las líneas de actuación.@upta_es pic.twitter.com/B4Jrlvltxk
En la Mesa de Diálogo Social sobre el Plan de recuperación, donde están representados sindicatos y empresarios, pero no están directamente los autónomos, CCOO y UGT han reclamado a la vicepresidenta Nadia Calviño concreción para saber cómo se van a utilizar estos fondos y sobre todo celeridad a la hora de hacer llegar este dinero a las pequeñas empresas.
Porque la cuestión es que estas ayudas, que serán seguramente insuficientes, lleguen al mayor número de empresas posibles, preferentemente pymes y autónomos, que son los que tienen mayores dificultades a la hora de hacer frente a sus pagos y han pasado de un problema de liquidez a problemas de solvencia.
Lo que si reclaman los sindicatos es que las empresas que se beneficien de estas ayudas estén obligadas a mantener el empleo y no sirva para financiar ajustes de plantillas, que más tarde que pronto muchas organizaciones se verán obligadas a acometer como consecuencia de una crisis que les hará perder volumen de facturación en muchos casos durante unos cuantos años. Eso por no hablar de la deuda generada a la que tendrán que hacer frente a medio plazo.