Hace ya tiempo que PIMEC, la patronal de las pequeñas empresas de Cataluña reclamaba que la concesión de fondos europeos quedase limitada para aquellas compañías morosas. Éticamente tienen toda la razón. No hay derecho que empresas que se están financiando a base de pagar tarde a otras más pequeñas, que tienen complicado reclamar dichos pagos, sean las que luego se lleven la mayor parte de los fondos europeos. Pero el problema está en que llevamos años reclamando un reglamento y régimen sancionador para la ley de morosidad y no se implanta. Por eso la propuesta de excluir a empresas morosas de los fondos europeos no tiene recorrido.
Desde CONPYMES, la nueva patronal de la pequeña empresa, reclaman de nuevo esta circunstancia. Pero ¿qué ocurriría si una gran empresa se viera excluida por morosidad de los fondos europeos? Lo más probable es que acudiera a los tribunales y muy posiblemente acabaran por darle la razón.
El principal reclamo tendría que ser lanzar el régimen sancionador para la ley de morosidad, donde ahí sí, se podría incluir que las empresas morosas no podrían acudir a concursos, ayudas o licitaciones con la administración, por ejemplo. A partir de aquí se pueden tomar más medidas, como indemnizaciones para los deudores.
Todos queremos cobrar a tiempo por nuestro trabajo
Tampoco se trata de penalizar, sino de que no salga rentable económicamente no pagar a tiempo, algo que ahora en muchos casos tiene premio. El problema es que en muchos casos son las propias administraciones las primeras que pagan tarde. ¿Se van a sancionar así mismas? Es bastante improbable.
Por otra parte, CONPYMES aplaude el objetivo de ayudar a las empresas a reducir las deudas generadas con proveedores y acreedores, así como a amortizar los créditos que se hubieran podido solicitar para cubrir dichos pagos. Pero añade una salvedad, un agravio comparativo para las empresas que han gestionado mejor o tenían más capacidad.
Compañías que han hecho frente a sus pagos recurriendo a la descapitalización de sus negocios o realizado aportaciones extraordinarias de capital, que ahora ven como quedan excluidos de estas ayudas directas, por lo que se genera un agravio que debería compensarse mediante otros mecanismos que potencien su negocio.
Aquí también apuestan por premiar a estas empresas con más puntos para la adjudicación de fondos, concursos u otras alternativas similares. Una opción muy interesante, premiar a los mejores gestores, a los que han demostrado más responsabilidad y sensatez para lograr mantener a salvo a sus empresas.
Imagen | loufre en Pixabay