Mediante la Ley 16/2012 de 27 de diciembre, por la que se adoptan diversas medidas tributarias dirigidas a la consolidación de las finanzas públicas y al impulso de la actividad económica se destacan, entre otras, la de actualización de balances, que permiten la revalorización y actualización de importes históricos de bienes y activos de la empresa en la fecha actual.
Es decir, lo que se pretende es que los activos que figuran en balance estén valorados por su valor razonable actual, y no por su precio de adquisición, lo que sin duda redundará en una serie de aspectos positivos para la empresa.
En primer lugar, porque la actualización contable de los activos refleja de forma más fiel el valor real de la empresa en su conjunto. Cuando se aumenta o reduce el valor de un activo fijo, implícitamente se están aumentando o reduciendo los fondos propios de la empresa y, por tanto, el valor de su patrimonio neto. Además, una imagen fiel y actualizada de la compañía facilita el acceso a la financiación, al transmitir una mejor imagen económica y financiera de la misma.
En segundo lugar, una revalorización de los activos ayuda a obtener un mayor ahorro fiscal en el futuro derivado de la amortización de los bienes actualizados o de su transmisión en el futuro. Es decir, la revalorización de los elementos actualizados será fiscalmente deducible vía amortización a partir del primer ejercicio iniciado a partir de 1 de enero de 2015, constituyendo por tanto un instrumento financiero-fiscal que favorecerá claramente la capacidad de financiación interna de la entidad.
Por último, una eventual transmisión de los elementos que se han actualizado daría lugar a una menor renta a integrar en la base imponible, si bien, en caso de producirse una pérdida, debería ser objeto de reducción en el importe del saldo de la cuenta de reserva por revalorización correspondiente a dicho elemento.
Evidentemente, a una empresa le interesará revalorizar sus activos siempre y cuando las ventajas sean mayores que los inconvenientes (que también los hay) en caso de realizarse. Como para cualquier cosa, no existe una única alternativa sino que todo depende del balance de situación de la empresa en cada momento.
En Pymes y Autónomos | Actualización de balances por un 5%: ¿oportunidad o amenaza? Imagen | photosteve101