Para trabajar como autónomo además de estar inscrito en el RETA o dado de alta en Hacienda se tienen que cumplir una serie de requisitos. El principal de ellos es que el trabajador autónomo desarrolla su trabajo con criterios organizativos propios. Esto implica que no está sujeto a un horario, acudir a un centro de trabajo o no. Además dispone de medios propios para realizar su actividad. Porque en el mercado laboral español no se puede elegir si se trabaja como autónomo o por cuenta ajena, viene determinado por cómo se ejerce dicho trabajo.
Esto viene a cuenta de la reivindicación de diferentes grupos de riders que no están de acuerdo con cambiar su estatus de autónomos a trabajadores asalariados. Y esto es algo que va a cambiar con la inminente regulación de la conocida como ley riders. Y no va a afectar solo a este sector de repartidores, sino a otros muchos donde los falsos autónomos camuflan una relación laboral.
Dime como organizas tu trabajo y te diré si eres autónomo
Esta es la tesis del Ministerio de Trabajo según Joaquín Pérez Rey, secretario de Estado de Empleo y Economía Social, respondiendo a las preguntas de los diputados en la Comisión de Trabajo, Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Ser autónomo o no depende de cómo se trabaja. Y los riders no cumplen los criterios, al menos según están trabajando actualmente.
Pero es que además muchos de estos riders tampoco cumplen uno de los criterios para llegar a ser TRADE, los autónomos económicamente dependientes que obtienen más del 75% de sus ingresos de un único cliente. Se trata de la condición de contratar a otros trabajadores. No es la primera vez que un rider tiene un accidente y a pesar de llevar una bolsa muy visible con la empresa para la que está haciendo reparto luego se constata que no estaba dado de alta en la plataforma. Dicho de otra manera, estaba subcontratado por otro autónomo que si estaba dado de alta.
Una práctica prohibida en las plataformas pero apenas perseguida. Esto hace que haya una bolsa de trabajadores con menos derechos todavía que los propios autónomos, que trabajan por una parte de lo que se lleva el autónomo por cada envío. A cambio están más tiempo conectados a la plataforma, mejoran su valoración y reciben más envíos. Son trabajadores que están en la economía sumergida y no pueden acceder a otros empleo, en muchos casos por carecer de permiso de trabajo.
¿Se puede llevar el modelo rider a otros ámbitos?
Pero llevemos este modelo a otro sector. Pongamos un abogado que trabaja con un bufete, que le facilita diferentes casos o consultas para realizar. Trabaja como autónomo, pero le exigen que esté presencialmente en las oficinas o disponible de lunes a viernes de 9 a 6, que el trabajo se ejecute a través de una plataforma de la empresa, para que quede todo registrado y con un ordenador que le facilita la empresa.
Está claro que en este caso no desarrolla su trabajo con criterios organizativos propios. Se diferencia muy poco del trabajo que hace otro abogado en el despacho que si está contratado por cuenta ajena. Los clientes se los facilita el despacho, que actúa como intermediario.
Si nos vamos a otro sector, como el del despiece de carne en mataderos, que se han dado casos de muchos falsos autónomos es peor todavía. Porque había carniceros que estaban trabajando como autónomos y no llevaban ni sus propios cuchillos al matadero. Seguían el mismo horario del resto de sus compañeros, pero con peores condiciones laborales.
Si no se puede elegir a qué horas se trabaja o cuánto o desde dónde se trabaja no eres autónomo. ¿Se pierde la libertad de trabajar con diferentes plataformas si somos asalariados? No necesariamente. Un repartidor podría trabajar con Stuart, por la mañanas, con Glovo en el turno de las cenas y con Deliveroo los fines de semana si lo desea.
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