Piense "dentro de la caja".
Comience desde lo que sabe. Empiece desde un problema que desea ver resuelto. Es más fácil aplicar conocimiento existente sobre problemas personales que intentar buscar una grandiosa y desesperada solución sobre cuestiones que no controlamos.
No se limite a pensar, ¡actúe!
En muchas ocasiones la parálisis del análisis nos limita la creación de innovación, la innovación es más que difusión, es creación, actuación y práctica.
Sea desagradable.
no quiero decir maleducado, quiero decir persistente, incisivo hasta desesperar, si somos inquietos y siempre tenemos una pregunta descubriremos que hay muchas opciones a nuestro alrededor que no se cuestionan y se dan por hechas o solucionadas, a veces es preferible pisar un callo en nuestra búsqueda por la excelencia.
Comience a invertir en las relaciones, ¡con tiempo!
Mire a su alrededor y trate de averiguar con quién quiere trabajar con el resto de su vida, descubra las personas que son inteligentes, que comparten sus valores, que luchan por conseguir o hacer algo y lo más importante, que le gusta estar con ellos para aprender. Fomente esas relaciones, invierta en descubrirlas.
Priorizar, delegadar.
Sólo hay 24 horas en un día, y sólo hay un número finito de cosas que puedes hacer como individuo. Multiplique esa cantidad de trabajo con el infinito, y eso es lo mucho que se puede hacer en 24 horas como empresario, sin embargo si delega el trabajo y su confianza en las personas de su equipo puede hacer un mejor trabajo en ciertas cosas que usted puede. Tenemos que asegurarnos de que todos en el equipo tenemos la misma convicción en la misión de la empresa.
Así que, en lugar de tratar de ser un empresario sea un empresario.
En Pymes y Autónomos | El mito: ¿el emprendedor nace o se hace? Imagen | David Weekly