Una persona vende en un mercadillo. Tiene sus papeles en regla, es autónoma en un lugar donde ella es la excepción. Mujer, dos hijos y sola. No percibe ninguna ayuda. ¿El problema? Le piden más dinero desde Hacienda, su caso es similar a muchos autónomos.
Sólo puede trabajar un par de días a la semana porque ha de atender a los hijos. ¿Cómo es posible que tenga que pagar más de lo que ingreso? Esta pregunta tan recurrente es la que refleja que una vez más, este año no será el de los autónomos.
Cotizar en función de los ingresos reales sigue siendo en 2018, la odisea del autónomo. Todos los grupos políticos dicen tener la solución para este problema que genera quebraderos de cabeza en los trabajadores autónomos.
El problema de poner tantas trabas a un autónomo que decide hacer las cosas de manera legal, para no trabajar en negro, es que éste, tras ver cómo se anteponen los gastos básicos: comer, pagar facturas... a las cuotas, comience a plantearse darse de baja.
Una de las razones que le dieron a la protagonista para que no se diera de baja, fue que pensara en su jubilación.
Ante la situación que estamos viviendo con las pensiones que reciben nuestros mayores, esta persona sólo pudo contener una mezcla de risa y llanto.
Tal y como quedó la situación tras la nueva Ley de Autónomos al no cumplir con ninguno de los requisitos en los que se ha mejorado levemente la situación del autónomo, pocos motivos hay para la sonrisa.
En Pymes y Autónomos|El gran inconveniente del autónomo, el desgaste emocional de no desconectar nunca
Imagen|Schuldnerhilfe