El emprendedor joven, a poder ser con sudadera y capucha, ocupa muchas portadas, sin embargo, los inversores apuestan por los mayores de 50 años porque les generan confianza. Vamos a repasar los motivos por los que sucede esto.
Para empezar, el 14 % de la actividad emprendedora reciente en España la protagonizan personas entre 55 y 64 años, según el informe de 2022 del Monitor Global de Emprendimiento (GEM). Si bien es un porcentaje inferior al del resto de grupos mayores de 25 años, en cuanto a la supervivencia de los proyectos, se da otra tendencia: a más edad, mayor es el éxito.
Emprender a la fuerza a partir de los 50 años
La diferencia a la hora de emprender entre una persona joven y alguien que supera los 50 años radica en su situación laboral. La creatividad y las ideas de negocio surgen a raíz de encontrarse en el paro o prejubilado.
La experiencia personal, profesional, los contactos, los conocimientos del sector y una menor dificultad para acceder a la financiación son las bases para iniciar un proyecto de negocio senior.
Si tuviéramos que distinguir entre tres perfiles de emprendedores mayores de 50 años nos encontraríamos con: los que no encuentran trabajo, pero deben seguir cotizando y sienten que son útiles.
Los exempleados de empresas grandes que al prejubilarse cuentan con una buena situación económica y deciden por primera vez trabajar en algo que les guste. Por último, estarían aquellos que aun trabajando deciden renunciar a ese empleo y emprender.
Contar con capacidad de negociación para lograr financiación
La experiencia es un grado y con ella aparece una mayor facilidad para conseguir financiación, o bien porque se ha tenido tiempo para ahorrar y acumular cierto capital, porque se dispone de una mayor red de contactos solventes o porque se transmite más confianza a los potenciales inversores externos.
Según un estudio realizado por la Oficina del censo y dos profesores del Massachusetts Institute of Technology (MIT), "en términos generales, un emprendedor de 50 años tiene casi el doble de probabilidades de iniciar una empresa extremadamente exitosa que uno de 30 años".
La perseverancia, el optimismo y la austeridad son también rasgos que acompañan a estos emprendedores seniors y que sirven de ayuda cuando aparecen los momentos más complejos, ya que emprender no es un camino de rosas ni a los veinte ni a los cincuenta.