El enorme auge que está experimentando el comercio electrónico se pone de manifiesto en el estudio publicado por The Center for Retail Research que estima que el aumento de las ventas on-line crecerán en 2010 un 20%.
En España, los sectores que más desarrollo tiene en esta modalidad de ventas son el ocio, la moda, los viajes y la tecnología. También está aumentando considerablemente las ventas on-line de productos de alimentación y la educación, con la implantación de los nuevos sistemas de e-learning. Se estima que en nuestro país, más de 9 millones de personas realizan de forma habitual sus compras por este sistema.
La facturación del comercio electrónico en 2009 alcanzó, en España, los 1.503 millones de euros, según datos aportados por el informe de Comercio Electrónico de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) y se registraron un 8,5% de operaciones más que en el periodo anterior.
Del total de compras registradas, el 43,3 por ciento del total (650 millones de euros) fueron realizadas desde España a sitios web españoles. Las compras realizadas desde el extranjero a sitios web españoles supusieron un 11,6 por ciento (174 millones de euros), sin embargo las compras realizadas desde España a sitios web extranjeros representaron el 45,1% de total (678 millones de euros).
Estas cifras demuestran que existe en España una demanda on-line no satisfecha por la oferta nacional existente de productos vendidos a través de la red, esto puede suponer una gran oportunidad de negocio a la que podrían acceder nuevas empresas que puedan cubrir esa demanda no satisfecha desde el mercado interno.
Además pone de manifiesto las infinitas posibilidades que la expansión de este sector puede ofrecer a empresas de sectores de la logística, gestión y comunicación, al ir aumentando en número de clientes que se habituan a realizar este tipo de transacciones.
No vamos a descubrir ahora, que el desarrollo de las nuevas tecnologías ofrece nuevas expectativas al sector del comercio. Cada vez más los usuarios de la red utilizan este sistema para realizar sus compras, contratar su vacaciones o contratar sus seguros.
Esta actividad ya es por si misma una industria que moverá cada vez más volúmenes importantes de facturación, no solo por las ventas de los artículos en sí, si no también de las empresas tecnológicas que desarrollen las tiendas virtuales, las de marketing que diseñen campañas de venta o los transportistas que repartan esos artículos.
Saber aprovechar el momento para intentar ocupar con nuevas empresas esa falta de oferta interna de algunos productos sí sería un impulso económico para nuestra economía.
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