La crisis agudiza el ingenio, y un nuevo ejemplo es el que se está gestando en la región del País Vasco francés, que próximamente va a crear una moneda, con un ancla nominal respecto al Euro, que servirá para realizar compras en un listado de establecimientos que previa formalización, se adhieran al sistema.
Un sistema en el que:
el proveedor o comerciante aportará el 5% al convertir los 'Euskos' en euros. De ese 5%, un 3% se destinará a colectivos (asociaciones sociales, culturales, lingüísticas y ecologistas) que participen en el sistema; mientras que el 2% restante servirá para la financiación del propio sistema.
De momento se han impreso 126.000 billetes de 1, 2, 5, 10 y 20 Euskos, y el próximo 31 de enero podrán utilizarse para realizar transacciones en el área señalada, creando un sistema en el que los comerciantes locales se reparten de una manera homogénea las necesidades de atención 'solidaria' que demande la economía local.
De este novedoso sistema se desprenden muchas lecturas, en primer lugar la capacidad de una región para elegir las necesidades que quiere priorizar (lo eligen los propios comerciantes por votación), en segundo lugar una menor dependencia de la administración central para la recepción de determinados fondos, y finalmente, un 'refuerzo' de los recursos disponibles para quienes los más necesitan en un entorno de crisis, que por desgracia son menores, y estos deben atender a cada vez más personas.
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