Los compromisos contraídos con la Unión Europea siguen suponiendo un verdadero quebradero de cabeza para el Ejecutivo español. Con la legislatura ya en marcha, se buscan poner en marcha mecanismos que garanticen el cumplimiento del déficit. Sin embargo, no hay muchas opciones: o bien se suben los impuestos o bien se rebajan los gastos.
De esta forma, la intención del Ministerio que lidera Cristóbal Montoro es realizar algunos ajustes sobre figuras tributarias muy concretas, especialmente aquellas que no dañen la fortaleza del sistema fiscal español.
En concreto, después de la reforma llevada a cabo por el Gobierno en funciones para adelantar los pagos fraccionados del Impuesto de Sociedades, Cristóbal Montoro baraja eliminar algunas deducciones y revisar otras con el fin de aumentar la recaudación por este impuesto.
Esta reforma no debería suponer, en ningún caso, una subida de tipos impositivos. Sin embargo, en la práctica, al producirse una convergencia entre los tipos nominales y los tipos efectivos, aumenta la cuota que se paga a Hacienda. Se trata de una medida para consolidar una mayor recaudación por este impuesto, teniendo en cuenta que el adelanto en los pagos fraccionados continuará vigente en 2017.
Esta medida, unida a una eventual subida de algunos impuestos especiales, como el tabaco o el alcohol, deberían servir para recaudar 5.500 millones de euros adicionales, en torno al 10% del ajuste que exige Bruselas para reducir el déficit en los próximos años.
Cabe pensar que la mayoría de partidos que componen el arco parlamentario estarán de acuerdo con la medida, después de que algunos se quejasen de ese supuesto agravio comparativo entre lo que pagan pequeñas y grandes empresas por Sociedades (que, en realidad, no es tal), y que los partidos que habían prestado apoyo al PP para comenzar la legislatura hayan exigido que no se aumente ni IVA ni IRPF.
En Pymes y Autónomos | Novedades fiscales para 2016 (I): el Impuesto sobre Sociedades
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