A veces, una tiene la sensación de que todo y todos trabajaremos con un ordenador, que los emprendedores son la única 'especie' que contarán con la oportunidad de trabajar, en un mercado cada vez más cambiante.
¿Pero qué ocurre con profesiones de toda la vida? ¿Y con distintos servicios que ni la más sofisticada de las aplicaciones podría resolver?
Hace unos días pensaba en ello. Una persiana rota, unas mosquiteras por instalar. Sólo es un ejemplo. La sensación que en ocasiones se transmite es la de que todos nos debemos digitalizar y el mundo funcionaba antes de ello y seguirá haciéndolo.
Por esta razón, muchos profesionales conservarán su trabajo y otros tantos seguirán formándose en empleos consideraros ahora artesanales. pero que sinceramente son tan necesarios ahora, mañana y siempre.
Sin embargo, otras tantas salidas laborales que se generan de la nada, y que van de la mano de escuelas especializadas no es tan seguro que perduren. Por no hablar de la masificación de expertos en cuestiones tecnológicas que repiten una y otra vez los mismos discursos.
Hace unos días, el compañero Diego Lorenzana relataba en ¿Tener una carrera, asegura un empleo? No, al menos en España lo complicado que resulta en nuestro país lograr un trabajo tras finalizar los estudios. Si bien, existen carreras que siempre serán demandadas, como los ingenieros, lo obvio es que no hay trabajo para todos. al menos eso dicen las cifras de la cantidad de profesionales que han debido salir de España.
Por lo tanto, ¿por qué no apostar por profesiones que a pesar de los cambios que ha sufrido el mercado laboral, permanecerán?
Podrán diseñarse los productos más sofisticados de la historia, pero para que lleguen al cliente se necesitarán: comerciales, expertos en marketing, etcétera.Tal vez sea prioritario especializarse, cambiar ciertas pautas o habilidades, pero la base será la misma.
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