Uno de los signos más evidentes de que nuestro negocio se ha quedado obsoleto es la utilización de medios en papel y, más concretamente, el uso de tarjetas de visita para repartir entre nuestros clientes. En su momento, se trataba de una de las herramientas más utilizadas para darnos a conocer, facilitar nuestros datos personales y generar una interesante red de contactos que nos ayudase a crecer.
Sin embargo, las nuevas tecnologías están arrasando con todo a su paso, y el uso del papel y las tarjetas no iban a ser menos. Cada vez son menos los interminables tomos de datos con información sobre contabilidad y facturación que se pueden ver en las oficinas, donde la digitalización es un elemento fundamental para ahorrar costes, acceder a la información de forma más rápida y, de paso, contribuir a la sostenibilidad del medio ambiente.
Pero a las tarjetas de visita no las está matando la digitalización de la información en la empresa, sino las redes sociales. Con la aparición de Facebook, Twitter y, especialmente, Linkedin, nuestros contactos pueden acceder desde sus dispositivos no solo a los contactos de la persona que tratan de evaluar y conocer, sino también a toda su información profesional y académica.
Además, y a diferencia de la tarjeta de visita, la digitalización de la información permite interaccionar con la persona sin necesidad de utilizar el teléfono ni el email. En una sola plataforma tenemos una completa tarjeta de visita que, además, permite un contacto permanente entre varias personas de una forma cómoda, sencilla y rápida.
Pero, además, en una época en la que sensibilización con los temas medioambientales está más en boga que nunca, la utilización de una tarjeta de visita puede ser vista como un elemento negativo de nuestro negocio por muchas personas, clientes e, incluso, las administraciones públicas. El uso de Internet y de los medios digitales contribuye a reducir el impacto medioambiental que tiene el papel en nuestras vidas.
Por todo ello, las tarjetas de visita son un elemento que, cada vez más, son un signo evidente de que nuestro negocio se está quedando obsoleto.
Imagen | jarmoluk
En Pymes y Autónomos | ¿Por qué seguimos intercambiando tarjetas de visita?