El via crucis de los freelancers se divide en dos paradas en lugar de doce. La primera es encontar proyectos en un entorno en el que cada vez hay mayor competencia y los precios están entrando en barrena.
La segunda parada, obviando que el cliente te de el visto bueno a la finalización del proyecto, cosa que en muchas ocasiones genera un bucle temporal de infinitas iteraciones, es el conseguir que todos los esfuerzos realizados sean recompensados cobrando los honorarios acordados.
Como el que los pagos se retrasen o directamente nunca se produzcan, es una norma bastante más generalizada de lo que debería y los procedimientos monitorios aunque siendo un recurso no es tampoco muy efectivo y, en particular, para determinados importes pensar en una reclamación judicial produce solo gastos y quebrantos y ningún beneficio.
Sin embargo, existen otros recursos, y en este sentido me resultó muy llamativo una página web que es una herramienta para denunciar los impagos Pay Me Please, eso sí, como lo creó un periodista quienes lo utilizan son los profesionales de los medios de comunicación a quienes éstos les adeudan cantidades.
Ahora bien, en España, que se puede hacer algo semejante, seguramente no lo permita la LOPD, pero me plantea serias dudas si se hace recurriendo a un medio extranjero para difundirlo por los medios sociales. Pero como vivimos en la era de las paradojas, como diría Charles Handy, encima tendríamos que aguantar la presión de la Agencia de Protección de Datos que junto a la Agencia Tributaria paraecen ser los dos únicos que funcionan medianamente en nuestro país.
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