No por habitual es menos soprendendte. Los autónomos todavía siguen dedicando buena parte de su vida a trabajar, y no precisamente por ganar mucho dinero. Pese a las buenas cifras de los cuatro primeros meses del año, con un aumento de 9.949 personas en el RETA, la realidad es que la actividad de los trabajadores por cuenta propia no es precisamente envidiable.
Según un último informe de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos el 78% de los autónomos aseguran trabajar 9 horas o más diarias y hasta el 30% dicen trabajar más de 11 horas diarias. De hecho, tan solo un 1% de los trabajadores encuestados puede presumir de trabajar 7 horas diarias o menos.
Asimismo, todavía hay muchos trabajadores por cuenta propia que dedican todos los días de la semana a su negocio. Un 19% de los mismos trabajan todos los días, y hasta el 73% tienen tan solo 20 días de vacaciones al año. Solo un 5% de los autónomos disfrutan de más de 30 días al año de vacaciones.
Eso sí, si hay algo que caracteriza al trabajador autónomo medio es la flexibilidad para decidir sus horarios y, por tanto, también para conciliar. Sin embargo, las largas jornadas de trabajo hacen que, en la práctica, esta supuesta conciliación que tanto envidian los asalariados no es tal, y la posibilidad de compaginar su vida laboral y familiar acaba siendo una auténtica utopía.
Los mayores de 55 años son los que más concilian porque son también los que tienen un negocio más consolidado. Los más jovenes son, por su parte, los que más dificultades tienen, ya que solo uno de cada cinco (el 18%) de los autónomos encuestados de entre 26 y 35 años afirman que combinan a la perfección sus negocio con el resto de su vida.
A estas largas jornadas de trabajo se le unen todas las gestiones y trámites administrativos que hay que cumplir, que no dejan de ser parte de la actividad. A la vista de los datos, ser autónomo no es nada fácil, y mucho menos un camino de rosas.
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