Sumar plantea trabajar 32 horas por semana y que las empresas repartan beneficios con sus trabajadores. El tamaño de las pymes no es el principal problema

Sumar plantea trabajar 32 horas por semana y que las empresas repartan beneficios con sus trabajadores. El tamaño de las pymes no es el principal problema
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En su segunda asamblea estatal, Sumar, el partido liderado por Yolanda Díaz, ha presentado una serie de propuestas destinadas a transformar el panorama laboral y económico de España, como la atención psicológica, la compraventa de vivienda con fines especulativos o lo que se ha denominado: democratización de la gestión empresarial.

Sobre este último punto, Sumar pretende fomentar la inclusión de empleados en los consejos de administración, el reparto de un porcentaje de los beneficios entre trabajadores, una nueva reforma fiscal progresiva y la reducción de la jornada laboral hacia las 32 horas semanales.

32 horas semanales

La iniciativa de disminuir la jornada laboral busca avanzar hacia un modelo más equilibrado que favorezca la conciliación familiar y el bienestar de los empleados.

Esta propuesta no es nueva en el contexto español; en el pasado, partidos como Más País han impulsado programas piloto para implementar la semana laboral de cuatro días, con resultados que apuntan a mejoras en la productividad y satisfacción laboral.

Pese a que la reducción de la jornada o la semana de cuatro días, no siempre ha hecho hincapié en este punto —sobre todo en España, donde alcanzar cierta productividad se mantiene  ligado en el imaginario popular (y ciertos sectores) a las largas jornadas de trabajo—, los "cuatro días" prevén convertirse, poco a poco, en la jornada estándar. Una cuestión que, a menudo, ha generado controversia, pese a los buenos resultados.

Además, Sumar podría apoyarse en experiencias internacionales, como el modelo belga, cuyo éxito fue muy discutible al tratar de no modificar las horas totales por semana (Feijóo defendía este punto, por ejemplo) y, en cambio, el islandés, que sí que ha reducido las horas de trabajo y ha obtenido un éxito rotundo y una aplicación generalizada en el país.

En los últimos años, se han realizado pruebas piloto similares en el contexto de la 4 Day Week: en Alemania, donde los resultados han sido muy prometedores, igual que en España (Valencia, 2023).

Participación en los beneficios

Sumar también propone que las empresas compartan una parte de sus ganancias con los empleados. Este modelo ya se aplica en países como México, donde la legislación laboral establece que las empresas deben destinar el 10 % de sus ganancias anuales al reparto entre los trabajadores.

Sin embargo, España se caracteriza por un tejido empresarial compuesto por pequeñas y medianas empresas. Según datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, en 2021 había 2.884.713 empresas, de las cuales 2.879.948 eran pymes, representando más del 99 % del total.

Este predominio plantea interrogantes sobre la viabilidad de implementar las propuestas de Sumar, dado que las pymes suelen operar con márgenes más ajustados y recursos limitados en comparación con las grandes multinacionales.

Sectores productivos

No obstante, según Funcas, el panorama empresarial europeo mantiene notables similitudes, siendo una cuestión más sectorial que de tamaño en  las empresas. Por ejemplo, a pesar de que el 93 % de las empresas españolas tienen menos de 10 asalariados, el tamaño medio no es especialmente reducido en comparación con otros países europeos. Según datos de la OCDE para el periodo 2018-2022, España registraba un promedio de 4,7 ocupados por empresa, por encima de países como Grecia (3,7), Portugal (3,8), Italia (4,2) o incluso los Países Bajos (4,5).

De hecho, en Países Bajos el porcentaje de empresas sin asalariados supera ampliamente al de España. Sin embargo, sus empresas medianas (de entre 50 y 249 empleados) generan una proporción notablemente mayor de empleo y valor añadido en el conjunto de las pymes, debido a su actividad (alta y media tecnología) frente a España, Portugal y Bulgaria, que presentan los mayores porcentajes de empresa en sectores de baja intensidad.

La IA está aquí

Asimismo, existen varios "elefantes" en la habitación de los que nadie habla: por ejemplo, cómo la tecnología (en especial, el avance de la IA) amenaza a sectores enteros a través de la automatización y la adopción de innovaciones. Todo ello, podría reducir la oferta de empleo y plantea nuevos desafíos. Otro, no tan relevante aquí es cómo compensaremos el nuevo gasto energético en un momento de declive de los combustibles fósiles.

Además, si bien optar por semanas laborales más cortas podría ayudar a redistribuir el empleo disponible, facilitando una transición más sencilla, también es probable que acelere la automatización de procesos, afectando negativamente a pymes y al número puestos de trabajo.

Por lo tanto, implementar una jornada laboral reducida sigue contando con impedimentos (a menudo, señalados por la patronal) y desafíos significativos para las pymes españolas.

En cualquier caso, las propuestas de Sumar (que deben entenderse como ideas y objetivos del propio partido, principalmente) abren un debate necesario sobre el futuro laboral en España. Por un lado, apuntan hacia modelos laborales más equitativos y sostenibles, su implementación requiere un análisis detallado y una consideración cuidadosa de las particularidades del tejido empresarial español.

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