El modo más común de cobrar los trabajos finalizados es mediante un pago aplazado a 30, 60, 90, o incluso, muchos más días.
En algunos casos, el diferimiento se lleva a cabo mediante pagarés o letras de cambio que indican de forma expresa el día determinado en el que se hará efectivo el pago.
Una solución para la mayoría de las empresas, aunque bastante onerosa, es contratar servicios financieros como son el descuento de pagarés o el anticipo de facturas.
La operativa es sencilla se contacta con empresas que se dedican al descuento de facturas, o incluso tu propio banco, se le envío copia de las facturas que se quieren descontar y la entidad realizará un análisis de la viabilidad de la operación y, si es positiva, procederán a anticiparte los importes.
Los motivos por los que te puede resultar interesante descontar facturas son, entre otros, porque se tiene liquidez inmediata, reduces los impagos, mejoras los ratios de tu balance y no se tiene en cuenta en CIRBE, cosa que si pasa como los créditos, préstamos y líneas de crédito, por lo mejora tu rating de solvencia financiera.
Imagen | Sebastien Wiertz En Pymes y Autónomos | Qué es y cómo funciona el descuento comercial