Parece una cuestión lógica que cuando acabamos la jornada laboral apaguemos las impresoras en las empresas. Pero no es una práctica tan habitual. Ocurre con ciertos periféricos, como el monitor y las impresoras sobre todo. Apagamos el ordenador, pero nos olvidamos del resto. Sobre todo porque no lo hacemos a nivel de software, sino que hemos de apagar con el botón de encendido.
Ocurre con las impresoras que tenemos conectadas a los equipos de forma local, mediante un cable USB. Pero también con las impresoras de red, que no están asociadas a un puesto de trabajo en concreto. Y por lo general, apagar la impresora es responsabilidad del último que abandona la sala. Algo que no siempre se practica.
¿Cuánto consumen las impresoras mientras no imprimen?
El único método efectivo que he visto para apagar todo tipo de periféricos al salir es cortar el suministro eléctrico en determinadas zonas. Claro que si tenemos elementos en la empresa que deben estar conectados 24 horas, como un servidor, router, etc. necesitamos que estén en un línea separada del resto para que sigan funcionando con normalidad. Y esto no siempre está disponible en todas las empresas.
La impresora tiene un consumo en reposo, pero no un consumo cero, como tendría desconectada. El gasto depende del modelo de impresora. Si tenemos en cuenta los valores de una impresora de tinta como la HP Officejet 4500 Wireless que puede estar en cualquier despacho nos ofrece los siguientes valores: 9,6 vatios máximo en estado activa, 3,0 vatios máximo su está en espera, 2,8 vatios máximo cuando permanece en ahorro de energía y 0,4 vatios máximo si está apagada.
Si miramos una impresora de red, que utiliza tóner en lugar de tinta, como la HP LaserJet Pro P1606dn, nos ofrece unos valores de 2,2 vatios en espera, 1,6 vatios con el modo de apagado automático, 0,4 vatios si está apagada, lo que nos da un consumo eléctrico típico (TEC): 0.895 kWh/semana. Unos datos realmente bajos para una impresora láser gracias a las tecnologías InstantON de HP.
Si tenemos en cuenta que la mayor parte del tiempo las impresoras están en espera o ahorro de energía, su consumo es muy bajo y el ahorro que nos produce la tecnología de encendido-apagado automático. Si nos fijamos en los valores de la impresora cuando está apagada, son en ambos casos de 0,4 vatios. Si multiplicamos esta cifra por 15 horas al día de media semanales en este estado, teniendo en cuenta lo fines de semana, nos da un consumo de 6 vatios al día.
Al año un gasto de 2,19 Kw que deberemos multiplicar por el número de impresoras que tenemos en la empresa. Y con ellos averiguamos cuánto podemos ahorrarnos en las empresas, sólo con cortar la corriente de las impresoras. Lo mismo podremos extrapolarlo a otros periféricos. Por eso es importante vigilar la eficiencia energética de las impresoras en sus distintos estados. Son pequeños detalles que ayudan a eliminar un consumo innecesario.
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