En un momento en que la situación económica no permite que la mayoría de las empresas puedan afrontar excesivas inversiones es cada vez más habitual buscar alianzas y colaboraciones con otras empresas a la hora de acometer nuevos proyectos. Pero ¿cómo debemos plantearnos esa colaboración? ¿bajo qué premisas podemos plantear y/o aceptar un acuerdo de colaboración?
Se entiende como colaboración el acuerdo entre varias partes para trabajar en un proyecto común en el que cada una de ellas aporta recursos con la esperanza de obtener un beneficio directo o indirecto, económico o de otra índole, vinculado al éxito de la iniciativa.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que aunque la colaboración sea gratuita, si aportar dinero y sin un objetivo económico directo, no ha de ser desintesada. Hay diferentes maneras de retribuir a un colaborador y no sólo con dinero, la colaboración debe reportar un beneficio para todos los que intervienen y si no se cumple esa premisa, mejor ni planteársela.
Lo primero que debemos tener en cuenta es cuál es el propósito de la iniciativa, qué es lo que se necesita para llevarla a cabo, lo que cada interviniente debe aportar y qué beneficios se obtendrán por parte de cada uno. Con esas premisas básicas es más fácil establecer el perfil que cada parte debe tener, lo que el proyecto puede ofrecerle a cada uno y a cambio de qué.
Desde el punto de vista del que ofrece la colaboración, se debe ser muy claro en todos estos aspectos para que no pueda haber equívocos y problemas posteriores. Desde el punto de vista del que recibe la oferta hay que plantearse en qué contexto se encuentra ésta y el impacto de la misma en la actividad que se realiza habitualmente. Hay que ver qué recursos habrá que destinar al proyecto y las espectativas que ésta puede ofrecer, las obligaciones que se asumen y la posible recompensa (en la forma en la que ésta venga) que pueda obtenerse por el esfuerzo realizado.
En cualquier caso se trata de trabajar en común y de obtener un beneficio por parte de todos, nunca trabajar para que gane uno, por eso también es importante que todos los términos de la colaboración se reflejen por escrito y las partes asuman su compromiso.
En Pymes y Autónomos | Colaboración empresarial: elegir a buenos compañeros de viaje Imagen | Víctor Santa María