Hoy ha saltado a la prensa la sentencia absolutoria para una mujer que salió de una tienda del grupo Inditex con una camiseta por un descuido. Inditex denunció el hurto de la camiseta, pero tanto el juez de primera instancia como la audiencia de Valencia le han dicho a Inditex que los despistes también existen y que no todo son robos o hurtos en tiendas.
Para que contextualicemos el despiste, esta mujer salió de una tienda de Berskha con una camiseta debajo del brazo sin darse cuenta. Al pitar en la puerta, le revisaron el bolso y pertenencias y no vieron dicha camiseta en ningún sitio. Justo al salir de esta tienda, la misma mujer entró en una tienda de Zara, pitó en la entrada y pitó en la salida y ahí fue donde descubrieron la prenda de la primera tienda. Obviamente, si existe intención de robo, esta mujer no entra en la segunda tienda, extremo que la lógica indica pero que Inditex parece ser que no tiene.
En todo el proceso judicial, ambas sentencias han dado la razón a la mujer que ha argumentado que en ningún momento existió intencionalidad en el hurto y la empresa ha sido capaz de seguir con la denuncia hasta el final. Esto es un error en la gestión empresarial, se mire por donde se mire, porque estamos de acuerdo que no hay que dejarse robar y que hay que poner los medios oportunos pero no la lógica y el sentido común debe imperar siempre.
Imagino que Inditex debe tener un departamento jurídico bastante ocioso para actuar de esta manera y estoy de acuerdo que las denuncias contra los hurtos son efectivas y desmotivadoras para hipotéticos ladrones pero todo tiene un límite y en este caso, Inditex ha hecho el ridículo judicialmente hablando, porque lo que no deja de ser una anécdota en un local comercial, ha traspasado al campo legal. Esto no es una buena campaña de imagen desde luego y que las empresas deben moderar y cuidar en todas sus facetas.
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