Las empresas españolas que están exportando a Japón no tienen problemas de caída de ventas en éste mercado asiático. Hasta noviembre del 2010, las exportaciones españolas en alimentación a Japón ascendieron a 250 millones de euros, con un crecimiento del 32% sobre 2009. Las previsiones de ventas para el 2011 son optimistas y se espera superar esta cifra.
El crecimiento de las ventas ha pasado por una adaptación de los envases a la tradición nipona, más pequeños y destacan las ventas de vino, jamón y aceite. El siguiente producto que se quiere introducir son los dulces y muchas de sus variantes que se fabrican dentro de nuestra industria agroalimentaria.
Un mungo global requiere empresas globales y muchas pymes alimenticias, con productos artesanos, derivados del verdo, embutidos o pequeñas bodegas, pueden salvar su situación económica y su cuenta de resultados si se lanzan a la exportación a mercados que aceptan y consumen cada día más los productos españoles.
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