El momento de solicitar financiación es uno de los más temidos por muchos emprendedores. Además, lo normal es que se repita varias veces a lo largo de la vida del negocio: al crearlo, en los procesos de crecimiento, si tenemos que refinanciar nuestras deudas, etc. Sin embargo, a pesar de los miedos, ese proceso puede ser enormemente enriquecedor.
Es importante tener en cuenta los pasos para solicitar financiación. Hay que conocer el procedimiento y las alternativas a nuestro alcance. El objetivo es convertir un conjunto de ideas sobre nuestro negocio en un proyecto sólido y correctamente financiado.
Cómo calcular la cantidad a pedir
Lo primero que debemos tener claro es que todo el volumen de inversiones debe ser financiado de alguna manera. Por lo tanto, la suma total vendrá marcada por la de las inversiones.
En segundo lugar, debemos tener en cuenta la parte de la inversión para la que ya tenemos financiación.
Por ejemplo, cuando montamos un negocio, podemos partir de unos fondos de los socios que impulsan su creación. Igualmente, si pensamos en expandir nuestras actividades, es probable que tengamos financiadas las que ya desarrollábamos, bien con deudas o bien con dinero de la empresa.
En ese sentido, es muy importante tener presente que esa cifra con la que partimos no es un dato, sino una decisión. Es el caso, por ejemplo, de la cantidad que van a aportar los socios fundadores a un negocio. Aunque tengan dinero suficiente como para poder financiar todas las inversiones con fondos propios, puede ser muy conveniente que recurran en parte al endeudamiento.
Para tomar esa decisión de hasta qué proporción endeudarnos hay que tener en cuenta que la financiación ajena actúa como una palanca. Cuanto mayor sea, mayor será el riesgo. La parte buena es que con poco dinero de los propietarios del negocio se pueden obtener grandes beneficios. La mala es que, si nuestra empresa no tiene ingresos suficientes, los intereses podrían sepultarla.
¿Qué cantidad invertiremos?
Antes de saber cuánto vamos a necesitar y qué opciones emplearemos para financiarlo el paso previo es conocer la cantidad a invertir. Y, para ello, deberemos llevar nuestras ideas a un proyecto concreto.
Al solicitar financiación, antes de saber cuánto necesitaremos y qué alternativas de financiación emplearemos, debemos saber cuánto invertiremos
Lo normal es que el proyecto se pueda abordar de formas sutil o abiertamente diferentes. En ese caso, deberemos compararlas, lo cual nos llevará a la necesidad de hacer previsiones. Cuanto más razonables sean y mejor documentadas estén, más creíble será nuestro negocio y más sencilla será la toma de decisiones.
En concreto, nos interesará conocer cuál puede ser la distribución previsible a lo largo del tiempo de los cobros y pagos que generaría cada alternativa. Eso puede depender no solamente de nuestras decisiones, sino también del entorno. Por ese motivo deberemos plantear diferentes escenarios alternativos.
Partiremos de las previsiones de flujos de caja
La decisión de cuál es la mejor opción dependerá no solamente de cuál genera un mayor saldo positivo de cobros frente a pagos, sino también de otros factores como su distribución en el tiempo, los riesgos de cada alternativa y el coste que nos podría suponer financiarla.
En no pocas ocasiones, esa decisión no será solamente nuestra, sino fruto de un proceso de negociación. Ese sería el caso, por ejemplo, cuando pretendemos encontrar un socio y el candidato subordina la entrada en el proyecto a la introducción de alguna modificación. Otro supuesto es el de las condiciones que nos puedan poner para prestarnos financiación ajena o para que su coste sea más reducido.
Sabiendo lo que habremos de invertir y la financiación de la que ya disponemos o vamos a disponer sin tener que solicitarla, entonces, podremos saber lo que tendremos que pedir. A partir de ahí habrá que decidir por qué alternativas nos decantaremos para financiarlo.
¿Qué trámites y pasos requerirá solicitar financiación?
El primer paso será analizar cuánto necesitamos y cómo lo vamos a financiar. No es raro que, a medida que avanzamos en este proceso, tengamos que volver a valorar estos aspectos. Por ejemplo, ha llegado una información nueva y consideramos que hay que cambiar el proyecto o cambian las condiciones de financiación.
Otro aspecto muy trascendente es recabar asesoramiento jurídico. Necesitamos comprender los trámites y las consecuencias jurídicas que implica cada decisión.
A continuación, deberemos centrarnos en elaborar una estrategia de comunicación. Eso, normalmente, pasa por una o varias reuniones y por la compartición de determinados documentos, como un plan de negocio, estados contables, informes jurídicos, detalles sobre algunas inversiones, notas de registros públicos, etc.
En el caso de que lo que busquemos sea financiación ajena tienen mucha importancia las garantías. Normalmente, pueden ser de dos tipos. Por un lado, tenemos las reales, es decir, las que emplean determinados bienes como, por ejemplo, un inmueble para dar mayor seguridad a la operación. Por otro encontramos a las garantías personales, que utilizan el respaldo de alguna persona o entidad que pueda pagar la deuda si es necesario.
La disposición de garantías es clave en la solicitud de financiación ajena
En ese sentido, son muy valiosas iniciativas como Con Aval Sí. Se trata del nuevo canal web promovido por las sociedades de garantía y en el que colaboran CESGAR (la asociación de sociedades de garantía) y la Compañía Española de Reafianzamiento (CERSA), bajo la supervisión del Banco de España. Contribuye a acercar a los emprendedores las mejores alternativas de financiación y los cauces más adecuados para facilitar la garantía que necesitan para poder financiar sus proyectos.
Después de la solicitud, nos tocará esperar a que la estudien. La respuesta puede ser denegar la financiación, una aceptación con condiciones, el inicio de una negociación o, simplemente, un sí a nuestros requerimientos. Una vez llegado a un acuerdo, el siguiente paso es formalizar el acuerdo, de forma que podamos ir disponiendo de los fondos comprometidos.
En el caso de la financiación ajena, surge una obligación de devolver la deuda. Hasta que llegue el momento de extinguirla es muy importante tener en cuenta las condiciones del mercado en cada instante. Es posible que podamos mejorarlas a través de mecanismos como la subrogación o la novación.
¿Cuáles son las principales vías de financiación de pymes y autónomos?
Uno de los principales retos de cualquier emprendedor es comprender las diferentes opciones que tiene a su alcance para financiar la empresa. Habitualmente, se emplearán varias de ellas.
La financiación procedente de las aportaciones de socios
Es necesaria en la creación de empresas y una opción a tener en cuenta en otros momentos como la planificación del crecimiento o los procesos de reestructuración ante posibles crisis en la empresa.
La forma de llevarse a cabo dependerá del tipo de forma jurídica que adopte nuestro negocio. En las sociedades limitadas y anónimas, se realiza en el momento de la constitución y en las ampliaciones de capital que no están totalmente liberadas. Las aportaciones pueden o no ser de dinero. Por ejemplo, pueden consistir en un inmueble, una máquina, algún derecho que se tenga, etc.
En las sociedades limitadas y anónimas, en general, será necesario el acuerdo de la junta general de socios y, al mismo tiempo, deberá respetarse el derecho que tienen los partícipes o accionistas a participar antes que otras personas en la ampliación. El objetivo es que puedan, si es su deseo, mantener su porcentaje de participación en la sociedad.
El préstamo bancario
Sus principales ventajas son el propio acceso a la financiación, el respaldo que ofrece al proyecto y el hecho de no tener un impacto en las relaciones entre los socios. Su principal limitación es que es un poco más complejo que en el caso de los particulares acceder a préstamos a largo plazo. Además, hay que tener en cuenta que implica el pago de unos intereses y comisiones.
La obtención de un préstamo bancario supone un respaldo a nuestro proyecto
La fase de solicitud es fundamental. En ella, los representantes de la empresa deberán convencer a la entidad de que procede la concesión del préstamo. La entidad puede poner diferentes condiciones como, por ejemplo, la prestación de algún tipo de garantía.
Normalmente, el esfuerzo de comunicación que comporta contribuye a mejorar muchos aspectos de la empresa. Se trata de descubrir y describir los principales puntos fuertes y debilidades de la empresa y la forma de potenciar los primeros y paliar las dificultades que generan estas últimas.
Las sociedades de garantía
Las sociedades de garantía tienen como fin principal facilitar el acceso a las garantías tan necesarias en la obtención de financiación. Ofrecen aval a muchos ne**gocios que, de otro modo, tendrían difícil obtener financiación ajena o tendrían que recurrir a medidas como, por ejemplo, el aval personal de los promotores de la empresa, sus familiares o amigos, que podrían poner en grave riesgo sus respectivos patrimonios.
Además, llevan a cabo iniciativas de asesoramiento, formación y promoción para reforzar los proyectos empresariales. El objetivo es un emprendedor que conoce mejor sus opciones de financiación y un proyecto mejor planificado, comunicado y financiado. El resultado debe ser una mayor probabilidad de concesión, una mejora de las condiciones de financiación, una reducción del coste y la posibilidad de obtener mayores plazos para devolver la financiación.
En cuanto al aval y financiación para pymes y el aval y financiación para autónomos, podemos distinguir dos familias de avales. Los financieros se dirigen a garantizar todo tipo de financiación: circulante, inversiones a largo plazo, leasing, factoring, pólizas de crédito, arranque de nuevos proyectos emprendedores, entre otras. Los técnicos, por su parte, se dirigen a necesidades específicas de garantía como en el caso, por ejemplo, los que pueden necesitarse en las relaciones con la Administración.
La iniciativa Con Aval Sí
Con Aval Sí es el canal web a través del cual se pueden relacionar las pymes y los autónomos necesitados de financiación con la red de sociedades de garantía repartidas por toda España.
En Con Aval Sí podemos, por un lado, informarnos de todo tipo de cuestiones relacionadas con los avales, las sociedades de garantía, la financiación y, en general, sobre el mundo empresarial.
Con Aval Sí es el nuevo canal web que potenciará la financiación de pymes y autónomos
En segundo lugar, es un canal donde podemos consultar de forma rápida y sencilla todas las dudas y cuestiones que tengamos sobre cómo solicitar el aval de una sociedad de garantía. Nos responderán a la mayor brevedad posible y de forma confidencial y segura.
Por otro lado, nos orienta sobre las clases de sociedades de garantía, ya que existen entidades de este tipo tanto de carácter generalista como especializado. Nos detalla cuáles son las posiblidades existentes y no ofrece una forma electrónica de contacto con cada una de ellas.
Además, este canal web dispone de un blog que aborda diversos ámbitos de interés para el emprendedor como, por ejemplo:
El capital riesgo
Las entidades que impulsan el capital riesgo están especializadas en analizar proyectos empresariales con futuro a los que, a través de su entrada en el capital e incluso en la gestión, ayudan en alguna fase de su desarrollo.
Estas entidades obtienen un beneficio cuando consiguen, una vez ha madurado lo suficiente el proyecto, desprenderse de la participación en la empresa por un valor más elevado que el de la adquisición.
El capital riesgo puede ser una alternativa de obtención de fondos propios en diversas circunstancias como, por ejemplo, negocios emergentes e innovadores
Por su parte, para los emprendedores es una opción no solamente para adquirir financiación, sino para discutir y mejorar su proyecto y para superar con éxito determinados desafíos y fases de la empresa.
La financiación del circulante
De forma natural, la propia actividad de las empresas suele generar financiación a corto plazo. Es el caso, por ejemplo, de los pagos que se deben a proveedores o de los impuestos que todavía no hemos ingresado en la Hacienda Pública. La contrapartida es que también es habitual que, por ejemplo, tengamos que dar un plazo de pago a nuestros clientes o que la Administración tarde en satisfacer los pagos que nos debe.
Suele ser habitual necesitar fondos adicionales para cubrir la financiación del circulante. Para ello existen muchas alternativas como las líneas de crédito, los efectos comerciales, diversos tipos de anticipos asociados a la operativa bancaria, los aplazamientos de impuestos, las operaciones con pagos a plazos.
Además, determinadas operaciones como el factoring, el confirming o los instrumentos de financiación del comercio internacional pueden ofrecer oportunidades de financiación a corto plazo para clientes, proveedores o ambos.
En la mayoría de las empresas es necesario que una parte de la financiación a largo plazo se destine a financiar el activo circulante.
Finalmente, suele resultar muy conveniente, a fin de no tener problemas de liquidez, emplear una parte de los fondos que van a permanecer a largo plazo en la empresa en la financiación de su activo corriente.
Los programas de ayudas y subvenciones públicas
Las subvenciones tienen la ventaja de que contribuyen a reforzar los fondos propios. Además, pueden ayudar a consolidar el proyecto si los requisitos son acertados. Los mayores inconvenientes suelen ser los plazos, la burocracia y, en algunos casos, la desinformación. Por ejemplo, no conocer que tenemos una a nuestro alcance puede ponernos en desventaja frente a los competidores.
Existen, por un lado, subvenciones de capital. Están destinadas a la realización de inversiones determinadas que se ligan a cumplir determinadas condiciones. Por ejemplo, suelen incluirse en iniciativas de modernización que requieren determinadas adquisiciones que se financian con ellas.
Por otro lado, existen subvenciones de explotación que financian determinados gastos o el déficit que generan algunas actividades que, si bien el Estado quiere promover, sin ellas no serían rentables para las empresas productoras.
Las vías alternativas de financiación a través de medios digitales
Las finanzas se basan en la confianza entre las partes implicadas. Por ejemplo, quien presta ha de tener la expectativa razonable de que se lo van a devolver, quien hace una donación para un proyecto debe creer que merece la pena hacer el desembolso.
La digitalización ha promovido diferentes tipos de nuevos marcos de relación que pretenden obtener esa confianza gracias a la información que circula por la red. Se difunden proyectos, se comparten experiencias previas, se analizan los datos, se establecen nuevos protocolos y se realiza un seguimiento digital de los resultados. Y, en general, participan intermediarios no tradicionales.
La digitalización ha promovido diferentes tipos de nuevos marcos de relación que pretenden obtener la confianza gracias a la información que circula por la red
Entre las formas de obtener financiación alternativa a través de medios digitales más populares está el crowdfunding. Consiste en difundir un proyecto a través de medios digitales con el fin de obtener financiación a través de pequeñas aportaciones de los receptores de esa información.
La financiación por particulares
Los propios socios pueden prestar dinero a la empresa con determinadas condiciones para su devolución. También se puede recurrir a la contribución de amigos y familiares. Sin embargo, siempre se deben tener en cuenta los riesgos tanto para sus finanzas personales como para el futuro de la relación humana.
Cuando se acude a los particulares, los efectos positivos y negativos trascienden el ámbito de lo financiero
Otra figura diferente es la de los business angel. Se trata de inversores particulares con recursos que confían en un proyecto al que aportan sus fondos e, incluso, sus conocimientos y experiencias.
La retención de beneficios
A medida que se van obteniendo beneficios, las empresas tienen que decidir la aplicación del resultado. Normalmente, una parte irá destinada al reparto de dividendos, mientras que otra continuará en la empresa para financiar sus inversiones.
Hay que buscar, en la medida de lo posible, un equilibrio. Una empresa que reparte todos sus beneficios en dividendos está renunciando a una importante vía de financiación. Las que, por el contrario, retienen todo el beneficio tienen el peligro de perder credibilidad, ya que el dividendo es uno de los principales pagos que muestran la salud de la gestión de la tesorería de la empresa.
Las líneas del Instituto de Crédito Oficial
El ICO ofrece financiación por medio de las entidades de crédito. Pone a disposición de los bancos dinero para que tomen la decisión de prestarlo a los emprendedores, corriendo los bancos el riesgo de impago.
Existen distintas líneas de crédito del ICO orientadas a:
Préstamos participativos
Se trata de préstamos que ofrecen una remuneración con un interés variable dependiente los resultados de la empresa. En caso de obtener mayores beneficios, el prestamista cobra más, pero en caso de insolvencia tendrá categoría de acreedor subordinado.
Es, por ejemplo, una vía para negociar refinanciaciones de deuda, especialmente con acreedores que podrían perder mucho dinero si se acaba liquidando tras un concurso de acreedores.
Los mercados de valores
Los mercados de valores suelen estar muy lejos de las pymes. Por un lado, emitir valores en los mercados supone algunas complejidades y muchos emprendedores tienen un cierto desconocimiento. Por otro lado, en principio, están pensados para grandes series de valores con las mismas características, lo que facilita encontrar con quien contratar y unos menores costes.
La complejidad y los costes han alejado tradicionalmente a las pymes de los mercados de valores
Sin embargo, existen iniciativas como el Mercado Alternativo Bursátil que pretenden disminuir esa distancia entre pymes y mercados. Especialmente, su utilidad se centra en las empresas que pueden tener un tamaño actual pequeño, pero que tienen un elevado potencial de crecimiento.
Los arrendamientos
Los arrendamientos permiten acceder a la utilización de determinado bien durante algún tiempo. En ese sentido, son un instrumento para financiar el acceso a determinados activos.
Además del arrendamiento tradicional, existen otras fórmulas con semejanzas como, por ejemplo, el renting o el leasing.
¿Cuáles son los principales requisitos que se deben cumplir para acceder a la financiación?
La planificación, la comunicación, el análisis de alternativas y escenarios diferentes y la gestión de los riesgos son algunos de los principales requerimientos que nos demanda la solicitud de cualquier clase de financiación.
En primer lugar, es importante partir de un buen proyecto y depurarlo constantemente. Tanto si buscamos socios como financiación ajena, deberemos ser muy convincentes. Eso pasa por una buena planificación y comunicación.
Por otro lado, es importante analizar escenarios alternativos y actuar en consecuencia. Es por ese motivo por lo que las garantías tienen tanta importancia para encontrar financiación ajena. Igualmente, los seguros y las estrategias e instrumentos de cobertura pueden ayudarnos a gestionar los riesgos para que la empresa resulte más atractiva.
Solicitar financiación, propia o ajena, es un camino donde cada dificultad superada refuerza la solidez de la empresa. La propia obtención de los fondos abre el camino para desarrollar proyectos y realizar inversiones.
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