El suministro eléctrico es algo que damos por resuelto en la mayoría de las empresas, sin embargo, en algunas zonas, hay problemas de cortes de energía, sobre todo en verano con las tormentas, que pueden hacer peligrar la continuidad de nuestro negocio. Dependiendo del tamaño de nuestro negocio podemos resolverlo de forma sencilla o requerirá una alta inversión.
Por ejemplo, si tenemos un pequeño negocio donde lo importante es que nos funcione el TPV para poder seguir cobrando bastará con tener un portátil, por ejemplo, en lugar de un equipo de sobremesa, para que ejerza esta función. Eso si, con la batería a punto y con la autonomía necesaria para aguantar unas cuantas horas.
Nuestro amigo el SAI
Si además necesitamos tener conectados otros periféricos como impresora, pero también elementos de electrónica de red como el router de la banda ancha, podemos optar por comprar un pequeño SAI que nos de varias horas de autonomía para estos aparatos.
En caso de necesitar dar soporte continuado a múltiples equipos, con un consumo alto, ya necesitamos un SAI profesional. En casos en los que la continuidad del negocio ya es básica se suele utilizar como complemento un generador eléctrico autónomo que funciona con gasoil la mayoría de las veces.
Para las comunicaciones, que también suelen sufrir problemas con las tormentas y apagones eléctricos quizás lo mejor sería tener una línea de banda ancha de backup, que tenga una tecnología diferente a la que utiliza nuestra línea principal. Por ejemplo, ADSL y 4G como respaldo, sería una buena opción.
Aquí podemos utilizar las líneas de datos de nuestros teléfonos y en caso de tener que conectar varios aparatos podemos habilitar el teléfono para que se conecten vía WiFi. Si ocurre de forma frecuente siempre podemos irnos a por un modem router MiFi, que llevan batería autónoma.
Soluciones disponibles tenemos muchas, lo que se necesita calcular es si la inversión que vamos a realizar compensará o no. En alguna ocasión he visto instalaciones sobredimensionadas para la evolución que luego ha tenido el negocio, donde el retorno de la inversión nunca llegó a producirse.
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