Si pensamos en un emprendedor la imagen que nos viene a la mente es la de una persona exitosa, joven y con mucha suerte en su proyecto. Tal vez sea así en algunos casos, pero la realidad es diferente en su gran mayoría. Para empezar uno de los primeros pasos al comenzar un negocio es elegir la forma jurídica, algo que puede resultar tedioso y complejo.
La de Emprendedor de Responsabilidad Limitada, es bastante desconocida para muchos y es de la que hablaremos hoy. Mediante esta opción se buscó ofrecer una posibilidad a los trabajadores por cuenta propia que quisieran seguir manteniendo su condición de autónomo como persona física en el caso de que el negocio tuviera problemas.
Mediante esta forma, se pretendía ofrecer la posibilidad de proteger su vivienda en el caso de que el proyecto atravesara grandes dificultades. Vamos a repasar los pros y los contras de elegir esta figura.
Qué es un Emprendedor de Responsabilidad Limitada
Un emprendedor de responsabilidad limitada es una persona que lleva a cabo una actividad económica o profesional por cuenta propia, personal y directa, cuya responsabilidad patrimonial es ilimitada ante terceros, pero acabamos de ver que eso se ha modificado, porque la vivienda sí queda protegida si el negocio no marcha bien.
Esta figura apareció por 2013 y su objetivo, dentro de la Ley de apoyo a los emprendedores y su internacionalización, era proteger uno de los bienes esenciales del emprendedor ante las deudas: su vivienda habitual.
En 2022 se mejoró gracias a la Ley de creación y crecimiento y esa protección se extendió hasta los bienes de su negocio. Parece que pinta bien y, sin embargo, no son muchos los nuevos autónomos que se acogen a ella.
Ventajas y desventajas de elegir ser un Emprendedor de Responsabilidad Limitada
¿Por qué no termina de calar entre los emprendedores? En primer lugar, está el desconocimiento, no es una elección que pase por la cabeza de alguien que inicia un negocio porque no se le informa o, bien, tampoco ha oído hablar de ella.
Otro motivo es que supone un aumento de las obligaciones contables y de los costes de la gestoría o asesoría, este es un punto clave. Una vez que se conoce en profundidad, el autónomo ve que tiene las mismas obligaciones que una sociedad,
En cuanto a la protección de la vivienda habitual y los bienes del negocio sólo pueden darse en caso de deudas con acreedores, por lo que no aplican deudas contraídas con Hacienda o la Seguridad Social.
Parece que no existan ventajas, pero sí las hay siempre y cuando se ajusten al proyecto del emprendedor:
- Trámites sencillos para adquirir la personalidad jurídica de ERL. Al contrario que en el caso de las sociedades de responsabilidad limitada, los trámites son más fáciles de llevar a cabo, el coste de su constitución es menor y tiene menos obligaciones mercantiles y fiscales.
- Eficiencia. Aporta al emprendedor el control de su actividad empresarial por lo que resulta más eficiente para el funcionamiento de pequeñas empresas.
Se debe meditar antes de dar el paso para elegir ser un emprendedor de responsabilidad limitada porque dentro de las desventajas también se incluye que las segundas viviendas no quedan protegidas frente a una deuda, es por esta razón que son muchos los que deciden optar por constituirse como sociedad al mismo precio y proteger todo su patrimonio.