Uno de los cambios que va a traer la cotización por ingresos reales afecta también a aquellos autónomos que se dan de alta por primera vez y se quieren acoger a dicha bonificación. En 2023 con la llegada de cotización por ingresos reales, la tarifa plana cambiará sus condiciones. Vamos a ver cómo queda y que aspectos mejora sobre la situación actual.
Lo cierto es que tal y como estaba planteada la tarifa plana era un modelo agotado, que para una circunstancia excepcional, funcionó cuando se puso en marcha, pero que sobre todo no ha logrado fijar a los autónomos dentro del RETA más allá de los dos años de tarifa bonificada.
El nuevo modelo de tarifa plana
Tal y como indica el Real Decreto-ley 13/2022, de 26 de julio en su disposición transitoria quinta sobre la cuota reducida aplicable por el inicio de una actividad por cuenta propia en el periodo 2023 a 2025
Durante el periodo comprendido entre los años 2023 y 2025, la cuantía de la cuota reducida regulada en el artículo 38 ter de la Ley 20/2007, de 11 de julio, del Estatuto del trabajo autónomo, será de 80 euros mensuales.
A partir del año 2026, el importe de dicha cuota será fijado por la Ley de Presupuestos Generales del Estado de cada ejercicio.
Por lo tanto, la actividad se iniciará con una cuota de 80 euros mensuales, un poco más de lo que se está pagando actualmente. Esta cuota estará vigente durante el primer año de actividad.
Será en el segundo año de actividad, donde los autónomos que continúen con bajos ingresos, por debajo del SMI, podrán seguir aplicándose la tarifa plana de 80 euros mensuales. Esto mejora de forma notable la situación para los autónomos cuyos negocios les cueste despegar o simplemente va a tener un nivel de ingresos bajos.
Pero es que además si después en el tercer año siguieran con ingresos netos por debajo del SMI la cuota que les correspondería pagar sería de 200 euros, casi cien menos que en el modelo actual.
Una tarifa plana que bonifica a los que más lo necesitan
Si la tarifa plana nació como una fórmula para incentivar el trabajo autónomo en un momento de crisis. Para muchos trabajadores, no se si tanto el ser emprendedores, que fue el modelo que se vendió, pero sí tener la oportunidad en el mundo laboral que por cuenta ajena no podían conseguir parecía algo atractivo.
Pero lo cierto es que una vez pasados los peores momentos de la crisis, y tras las campañas realizadas por Inspección de Trabajo contra los falsos autónomos, las cifras se han estabilizado y ser autónomo ya no resulta tan atractivo, sobre todo si los ingresos no van a compensar las horas y el esfuerzo invertido.
En todo caso, y viendo las cifras de empleo mejorando, en lo que respecta al trabajo por cuenta ajena, lo cierto es que se necesita un mayor impulso para el trabajo autónomo si queremos fijar empleo en este sector, más allá de lo que puede suponer la tarifa plana un par de años.