La simplificación normativa que tiene pensada llevar a cabo el Gobierno va a suponer delimitar de forma muy restrictiva las posibilidades de contratación temporal. Más allá de esta fórmula de contratación solo habrá dos más, contrato de prácticas o aprendizaje y el indefinido. Dicho de otra forma se impone el contrato indefinido por decreto, ya que el temporal será la excepción, no la norma.
Pero esto, que en principio puede parecer una buena idea para acabar con la temporalidad, tiene un inconveniente ya que puede hacer que muchas empresas se piensen mucho si van a contratar o no a una persona. Por eso es necesario un consenso entre los agentes sociales para lograr que este contrato indefinido reúna flexibilidad y seguridad en su esencia.
El coste de contratar, una de las claves a tener en cuenta
Seguridad porque permitirá a los empleados tener un plan de futuro, no digo ya a largo plazo, pero si a corto o medio. Con el aumento de la contratación de lunes y despido el viernes, muy penalizada con mayores porcentajes de cotizaciones, pero que no resulta efectivo como desincentivo, muchos trabajadores no saben si volverán a trabajar la siguiente semana.
Este es solo un ejemplo, pero podemos ver como en el sector público también pasa muy a menudo. Enfermeras que encadenan contratos temporales de sustitución durante dos y tres años de apenas unos días. Esto es precisamente lo que se debe corregir, si un puesto está consolidado, porque en una plantilla amplia siempre habrá alguien de baja, alguien de vacaciones, etc.
Esto mismo lo podemos trasladar a servicios de reparto de comida, ahora que la ley riders obliga a las plataformas a contratar. Ellas saben perfectamente el volumen de trabajo que tienen, durante el día, por las noches o los fines de semana. No se justificaría tener la mitad de la plantilla contratada de forma temporal, puesto que los picos de trabajo se pueden deber a momentos puntuales, un evento que trae más gente a la ciudad, un partido de fútbol donde la gente va a pedir más comida, etc.
Y hay que consensuar porque una política muy restrictiva puede tener el efecto contrario, subcontratar a través de ETT y más alta rotación de personal, especialmente en aquellos sectores que no tengan una curva de formación importante y sea rápido pasar a ser productivo.
Todos van a tener que ceder para que este contrato indefinido sea flexible durante un periodo de tiempo suficiente como para que las empresas puedan utilizarlo sin que suponga un freno a la contratación. Y a la vez los trabajadores tengan un poco más de seguridad de que no van a dejar de trabajar de la noche a la mañana, aunque solo sea una falsa seguridad. Y una de las claves será el coste de indemnización que supongan estos nuevos contratos.