En España, son muchas las personas que emprenden un negocio por su cuenta, arriesgando sus capitales con el objetivo último de hacer realidad sus ideas e ilusiones y, de paso, obtener una cierta rentabilidad. Es decir, se hacen empresarios; un concepto que, sin embargo, se ha desvirtualizado por completo, siendo uno de los más denostados por diversos colectivos que les culpan de buena parte de sus males.
Por esta razón, muchos empresarios prefieren definirse a sí mismos como emprendedores, un concepto que tiene connotaciones mucho más positivas. Pero ser empresario y emprendedor no es exactamente lo mismo; existen matices que les convierten en diferentes.
¿Tienes o no tienes horario?
El emprendedor, a diferencia del empresario, no tiene un horario definido, y están trabajando todo el día. Su proyecto es su vida y, por esta razón, no existen festivos ni prácticamente descansos. Se asume que el proyecto tiene una serie de necesidades que, muchas veces, no pueden esperar a mañana.
Al empresario, sin embargo, no le gusta que le hagan perder el tiempo. Tiene muy clara su agenda, cuáles son los horarios de trabajo y la razón por la cual están haciendo horas extras.
¿Están actualizados a la era digital?
Mientras el empresario suele ser reacio a implementar grandes cambios tecnológicos en su empresa, el emprendedor tiene muy claro que su éxito depende de forma directa de cómo se posicione en la red y de cómo hace negocio desde lo digital.
Por esta razón, se asume que el coste que supone mantener los sistemas informáticos y tecnológicos de una empresa no es un gasto, sino una inversión, que ayudará en la consecución de los objetivos de la misma.
¿Empresa grande o pequeña?
Los empresarios suelen gestionar y administrar empresas relativamente grandes mientras que los emprendedores, por su parte, son los dueños y, en muchas ocasiones, fundadores de sus propias compañías pues, además, ésta suele tener pocos años de vida.
¿Qué importancia tiene el dinero?
La importancia del dinero también marca la diferencia entre un empresario y un emprendedor. Para el primero, los beneficios son el objetivo principal en la constitución de una empresa, y a ello dedica buena parte de los esfuerzos de su día a día.
Para el emprendedor, por su parte, el dinero es secundario, toda vez que, al poder empezar desde cero, tendrían menos que perder.
¿Cómo ven la competencia?
El empresario ve en otras empresas a su competencia e intenta por todos los medios quitársela de en medio, utilizando en ocasiones medios de dudosa ética.
El emprendedor es su propia competencia. Considera que no existe otro enemigo que no sea su propio equipo de trabajo, e intenta evitar por completo que su negocio se vuelva en su contra.
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