El IPC ha experimentado a lo largo de 2021 una subida importante. Esto provoca que aquellos empleados que tienen un sueldo que no se actualiza pierdan poder adquisitivo. Y muchos reclaman subidas, pero con la subida del IPC y del SMI, ¿están las empresas obligadas a subir salarios en 2022?
Ayer ya se anunció que el SMI se prorrogar por el momento para el inicio de 2022. Es decir, no hay una actualización automática el 1 de enero. Pero será algo temporal, y lo más probable, es que a no más tardar en el primer semestre del año el SMI se actualice a una cifra cercana a los 1.000 euros. En este caso las empresas si estarán obligadas a subir los salarios de sus empleados que estén indexados a dicho SMI.
¿Está la empresa obligada a subir el IPC en las nóminas?
Una cuestión diferente es el caso del IPC. En estos casos en la mayoría de las empresas no se tiene en cuenta cuánto sube el IPC, sino que la subida se realiza según lo que se haya negociado en el convenio colectivo.
Pongamos un ejemplo, según el INE el IPC en noviembre de 2021 se sitúa en el 5,3%. Esto supone que si en el convenio colectivo la subida pactada para 2022 era de un 2%, los trabajadores de esta empresa van a tener una pérdida de poder adquisitivo en torno al 3% de su salario.
Dicho de otra manera, van a cobrar menos, puesto que lo que pueden pagar con su nómina, es menos de lo que pagaban antes. Si por cualquier circunstancia no se aplica ninguna subida, el problema será mayor.
En momentos donde la inflación ha sido baja o ha estado bastante controlada el diferencia entre lo pactado en convenio y lo que se encarece la vida suele ser muy similar. Actualmente con una inflación disparada, sobre todo por los costes energéticos, la cosa es diferente.
El problema se puede aguantar bien un año, pero de mantenerse una situación como la actual varios años más, sería necesario empezar a realizar una revisión salarial en las plantillas si no queremos ver como poco a poco se empiezan a producir dimisiones porque los empleados buscan una oferta, por lo general en la competencia, económicamente más atractiva.
Con la nueva reforma laboral y la vuelta de la ultraactividad de los convenios, veremos si la negociación de las actualizaciones salariales vuelve a estar definida con una fórmula flexible a la vez que atractiva para dar respuesta a las demandas de empresas y trabajadores.
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