Ante todo, el Gobierno español es consciente de que, en plena eclosión de la crisis, es fundamental parecer que hacen algo, que se lo toman en serio y que adoptan medidas. Que gestionan. Y eso que, como señalan constantemente, carecen de responsabilidad en la crisis (es global) y tienen un potencial de intervención limitado. Pero la inactividad se vende muy mal, así que aún siendo algo contradictorios ambos mensajes nos endosan paquete normativo tras paquete normativo. Por cierto, que mi experiencia personal es que cuando alguien usa la expresión plan de choque, con mucha frecuencia se dan dos circunstancias: no tiene ni idea de lo que habla y lo que propone oscila entre lo obvio y el humo.
El escepticismo frente a estas medias ha calado entre algunos. En Trabajar sin Conexión, y a raíz de una post llamado Medidas que (de verdad) necesitan las PYMES, han recogido las propuestas de Rafa Garrido de Sequoyas. Os sugiero la lectura de ambos posts. En primer lugar para palpar el sentimiento empresarial que considero bastante extendido. En segundo por los sugerente del toque 2.0 a la hora de plantear soluciones. Y en tercero, por alguna medida que me parece correcta y efectiva. Pero me han sorprendido, para mal, algunas de las medidas propuestas. Me llaman la atención que provengan, precisamente, de gente vinculada al mundo de la empresa. Quizás es que estoy aún con la crisis de la reincorporación post-estival, pero me han dejado muy frío.
Proponen la disminución de los costes de despido. Sostiene Rafa, y esta en lo cierto, que hay muchas empresas que son inviables. La causa es el bajo rendimiento de gente que lleva muchos años en la empresa y que se sabe blindada gracias a la indemnización por despido. Suele conducir al cierre sin más opciones. pero la propuesta de Rafa no implica una reducción de los costes de despido. Solo implica una reducción para el empresario, ya que defiende que se haga cargo de la diferencia la propia Seguridad Social. Me parece chocante. Resulta que hemos de ser todos los que tenemos que asumir el fracaso en la gestión de recursos humanos del empresario (por no mencionar el inmenso abanico que, para el fraude, se abriría con tal posibilidad). Sospecho que, financieramente, es además inviable. Si la Seguridad Social ya esta tocada, no me quiero imaginar como quedaría con esta barra libre. Si el coste del despido es alto, es igual de alto para la Pyme que para la Seguridad Social o el Estado. Que se recurra a los Expedientes de regulación o que se sea valiente y se proponga una auténtica reducción de las indemnizaciones por despido.
Rafa defiende además la creación de un Fondo de Garantía de Cobro. Rafa constata tres problemas. Muchas Pymes deben financiar las ventas a grandes empresas a plazos muy largos, con el riesgo de cobro correspondiente y con los costes de financiación que le parecen elevados (habla de usura para un factoring al 16%). Casi me choca más que la anterior propuesta.
Sostiene que el Estado puede funcionar como una Entidad Financiera, como una Empresa de Factoring que compre los créditos de las Pymes a tipos inferiores a los de la Entidades Financieras tradicionales. Me sorprende ver una apuesta por la nacionalización de todo un sector. Supongo que no le haría gracia a él que el Estado le hiciese la competencia.
Cree que el Estado puede hacer ésto, compensando los posibles impagos con las posibles devoluciones de impuestos a las que tuviesen derecho estas empresas. En el fondo ello supone que las Pymes mejoren su posición acreedora por la patilla frente a otros posibles acreedores, públicos o privados, que cuando fuesen a embargar esas devoluciones se encontrasen con que ya no estaban disponibles. Nada justo.
A Rafa el 16% le suena a usura. No lo es según nuestra legislación, y dedicaré un post en El Blog Salmón a este tema. Pero no quiere dejar pasar la ocasión para señalar que me resulta extraño que, económicamente, le pueda parecer que un TAE del 16% en un factoring le resulte de usureros. Estamos hablando de una operación financiera, en la que entiendo que la Entidad Financiera esta asumiendo el riesgo de impago. Dado que el Euribor a 90 días se debe mover sobre el 4 obtendrá un margen bruto de un 12%. La inmensa mayoría de los negocios que conozco cuentan con margenes brutos superiores (y con riesgos inferiores). ¿Dónde esta la usura?
Señala Rafa que este Fondo sería similar al que algunas Comunidades tienen para garantizar alquileres entre particualres. Bien, bajo mi modesta opinión estos Fondos para arrendamientos son otro autentico despropósito, un ejercicio brutal de intervencionismo. Pero me llama la atención que no haya caído en la cuenta de que dichos Fondos, suponen en los casos que conozco, una limitación al precio de los arrendamientos. De seguir la analogía, entiendo que también se es partidario de que las Pymes que se acojan a ellas se sujeten a un control de precios por parte de la Administración, y vendan un 20 o un 30% más barato que su precio ordinario en las operaciones que se acojan a estos fondos (ríase uno del 16% anual de la Entidad Financiera).
Y es que, en general, me llama la atención que los empresarios nieguen lo que es consustancial a su figura, lo que legitima unas plusvalías superiores en la práctica económica: la asunción del riesgo. Estas propuestas pretenden trasladar el mochuelo del riesgo de los empresarios a la Administración. Pues no. Un empresario debe gestionar y asumir sus riegos, saber a quien contrata, a quien vende y en que condiciones.
¿Y la Administración? Que cumpla con su papel: procedimientos judiciales rápidos, revisión de la normativa para evitar privilegios proteccionistas de determinados colectivos, acceso a bases de datos públicas sobre comportamientos crediticios, etc...
Vía | Trabajar sin conexión Imagen | leodecerca