Estoy segurísimo que un titular como éste hubiera resultado interesantísimo hace unos meses, ahora, por arte de arte de virli virloque, el absentismo laboral casi ha desaparecido de las empresas.
¿Pero por qué de esta desaparición? Ay amigos, otra vez la respuesta es la crisis, la gente tiene miedo a perder empleos y resulta que los números de casos de absentismo se han reducido drásticamente.
Pero bueno, no quería desperdiciar la oportunidad de comentaros algunas propuestas que tuve la ocasión de escuchar en el marco de la presentación de la Guía Práctia para la Gestión del Absentismo, realizada por la mutua de accidentes de trabajo Egarsat, en colaboración con Esade, Landwell y Aedipe Cataluña.
En esta guía se recogen una serie de casos prácticos que pueden resultar de gran interés, y que reflejan cómo algunos profesionales de importantes empresas, como Henkel, Airnostrum o Endesa, han afrontado la gestión del absentismo.
Por otra parte, el acto contó con la participación del Director de Departamento de Relaciones Laborales de Fomento del Trabajo Nacional, Javier Ibars. En su intervención el Sr. Ibars, recalcó que el 80% del absentismo laboral está causado por la incapacidad temporal, por lo que sugirió una serie de medidas para mejorar la gestión del absentismo, de las que señaló, quiero apuntar las siguientes:
- Supresión de la obligación empresarial del pago del 4 al 15 día de la baja.
- Mayores facultades al empresario para controlar la IT y colaborar con el Servicio Público de Salud, INSS, Inspección médica, etc.
- Mayor formación a los médicos sobre la gestión de la incapacidad temporal.
Respecto al primero, es cierto que el empresario tiene un doble perjuicio pues paga dos veces por una misma situación, cotiza mensualmente para el supuesto que se pueda producir una contingencia de IT, y si luego realmente se produce se ve en la obligación de pagar el subsidio de IT.
Respecto a las siguientes, cae por su propio peso. Un médico tiene que ser consciente de lo que significa no dar un alta en el momento adecuado, además debemos idear mecanismos que permitan que el médico no esté bajo la presión del trabajador, no sería la primera vez que un médico ha tenido que firmar una baja médica bajo coacción.