El 14 de Enero de 2020 Windows 7 recibirá su última actualización de seguridad. A partir de dicha fecha los equipos con este sistema operativo de Microsoft dejarán de actualizarse. Un alivio para los que piensan que estas actualizaciones son un incordio, un problema a nivel de seguridad. Apenas queda año y medio para el fin del soporte de Windows 7 y parece que estamos ante un nuevo caso de resistencia al cambio, sobre todo en las empresas.
Posiblemente Windows 7 haya sido el sistema operativo de Microsoft más sólido y fiable, el que ha dado menos problemas al mundo empresarial. Además, la escasa aceptación de Windows 8 y las marcadas diferencias con Windows 10 han hecho que estuviera implantándose hasta hace muy pocos años. Esto hace que el parque informático de muchas organizaciones todavía tenga muchos equipos con dicho sistema.
Apenas queda un año y medio, pero muchos de los ordenadores de las empresas que utilizan Windows 7 tienen un buen rendimiento y no necesitarían ser sustituidos. Seguirán en uso sin actualizarse, al menos dos o tres años más, hasta que alguna de las aplicaciones importantes para la empresa deje de ofrecer compatibilidad con dicho sistema operativo.
La seguridad no es una prioridad a la hora de renovar equipos informáticos en muchas empresas
¿Qué puede pasar? Pues si analizamos los recientes casos de ransomware como Wannacrypt, lo cierto es que utilizaban una vulnerabilidad del sistema operativo que era pública, corregida por los parches de seguridad de Microsoft, pero que muchos equipos no habían aplicado para infectar equipos a nivel mundial. Puede suponer un grave problema para la seguridad de la empresa.
Parece que Microsoft ofrecerá a las empresas la posibilidad de ampliar el soporte tres años más previo pago. El sistema será bajo suscripción y para poder recibir actualizaciones tendrán que ser versiones Windows 7 Pro o Enterprise. Esto deja fuera a muchas pymes que pueden tener equipos con Windows 7 Home.
¿Para quién puede ser interesante este tipo de paquetes? Pues en realidad para las empresas que no puedan migrar a Windows 10. Si tenemos un equipo moderno, se puede instalar un nuevo sistema operativo adquiriendo la licencia que está en torno a los 140 euros, por lo que no es necesario renovar todo el equipo.
Respecto a mantener Windows 7 sin actualizaciones de seguridad es un riesgo, pero habrá que ver como actúa Microsoft al respecto. Con Windows XP si se detectaba un fallo grave de seguridad que podía comprometer la seguridad se han lanzado actualizaciones de forma excepcional fuera del periodo de soporte. Veremos si siguen la misma política con Windows 7. Las empresas tienen reciente el fin de XP, por lo que si no tuvieron problemas de seguridad con este sistema es complicado que actualicen por dicho motivo.
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