No hace falta ir muy lejos,basta hacer un viaje corto y pasearse la ciudad para comprobar que la realidad de algunas noticias difiere con la realidad de la calle, de lo que ven tus ojos. Por eso, es necesario que los economistas y los sociólogos salgan de sus burbujas de vez en cuando.
El tema del cierre de los comercios históricos, con solera y que llevan abierto cuarenta años siempre aparece como una noticia negativa. Echar la persiana porque las costumbres cambian. ¿O quizás no tanto? Tal vez subestimamos los gustos de los jóvenes. De algunos jóvenes.
Tiendas con solera repletas de clientes jóvenes
Las tiendas de coleccionismo son un clásico, en todas las ciudades existe alguna que lleva abierta casi desde que el hombre apareció en este planeta. Algunas desaparecen porque sus clientes podían adquirir productos de una época en la que eran jóvenes y la nostalgia ganaba la partida.
El reto para el propietario está en ampliar la oferta, en pensar en el cliente actual y en sus gustos. ¿Quiénes son sus referentes? ¿Pueden convivir productos y personajes de los ochenta con los protagonistas de series actuales? ¡Sí! Sobre todo, si quieres seguir viviendo de tu negocio.
Puedo comprar por internet pero me gusta este paraíso físico
El cliente actual sale de casa con su móvil. Quizás si está de turismo consulte una aplicación para encontrar la ubicación exacta de una tienda que le han hablado. Tal vez pueda conseguir esa pieza por la red, pero le apetece verla con sus ojos. O jugar a sentir cómo se compraba en los 80, en los 90.
Aunque a algunos les parezca increíble, la realidad es que hay una generación que no sabe lo que es ir a comprar a una tienda física o esperar a que tu producto llegara y les fascina todo lo que huela a retro. Eso sí, sin olvidar sus referencias musicales o protagonistas de las series que ve en la plataforma de turno.
No nos engañemos, al consumidor más joven le gusta también ir a la tienda física a recoger un pedido realizado a través de internet, pero ¿por qué no ponérselo fácil ofreciendo información sobre tu tienda a través de las redes sociales?
El cliente es el rey, con 20, 30, 40 o 70 años
La tendencia en ocasiones es hablar sin saber. O pensar que hay que tirar la toalla porque ya no quedan clientes. Y están ahí, sólo hay que saber qué necesitan o cómo es su forma de comprar.
En muchos casos, hay comercios que regalan sus productos comparados con otras grandes superficies más conocidas, pero por el abandono de sus redes sociales, les ignoras o no pero porque un familiar de 70 años te lo aconseja.
Si te empeñas en admitir que el mundo ha cambiado y con él el comportamiento de tus nuevos clientes, el problema no es de ellos, es tuyo por falta de empatía. Todos los políticos, como bien dice Carlos en este artículo se afanan en apoyar al pequeño comercio pero como comenta, sin formación y predisposición por parte de los comerciantes, los clientes no van a entrar por la puerta.
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