Las campañas de control de fraude laboral llevadas a cabo por la Inspección de Trabajo y Seguridad Social han permitido aflorar hasta 2.372 empleos que estaban camuflados bajo la fórmula del falso autónomo, además de otros 3.395 empleos que trabajando a tiempo completo se estaban desempeñando bajo la fórmula de tiempo parcial desde 2012.
Se tratan de fórmulas demasiado habituales en épocas de crisis. En lo que respecta a los falsos autónomos, un trabajador se inscribe en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), cotizando de esta manera por su cuenta y ahorrándole a la empresa los costes laborales cuando, de facto, es un trabajador de la misma debido a la concurrencia de circunstancias que hace que se trate de una relación laboral (y, por tanto, no mercantil) y que ni siquiera se puede disfrazar bajo la figura del trabajador autónomo económicamente dependiente (TRADE).
Una situación que ya habíamos denunciado en este mismo medio y que, a raíz de las reitaradas prácticas fraudulentas, ha llevado a la Inspección de Trabajo a desarrollar campañas para aflorar todo este fraude, con los resultados apuntados y que han sido calificados como notables por el Gobierno.
Además de este evidente fraude contra la Seguridad Social, la Inspección de Trabajo ha detectado asimismo un elevado número de casos de contratos a tiempo parcial que, en realidad, se estaban desempeñando a jornada completa, dejando de declarar un gran número de horas de trabajo.
Desde que se aprobase el Plan de Lucha contra el empleo irregular y la lucha contra el fraude a la Seguridad Social, allá por el año 2012, se han producido en este ámbito más de 4.000 actuaciones que han permitido aflorar 2.372 empleos. Una cantidad nada desdeñable que dará un cierto respiro a las maltrechas arcas de la Seguridad Social.
Imagen | Angel T