España es, con diferencia, el país europeo donde más cara es la electricidad, con un megavatio que este sábado alcanzó los 110,14 euros. Esta circunstancia está ahogando no solo a las familias, sino también a los pequeños empresarios, muchos de los cuales son incapaces de hacer frente a este sobrecoste.
La Federación de Trabajadores Autónomos (ATA), a través de su presidente, Lorenzo Amor, calcula que la factura ha subido de media estos meses un 35 por ciento en los pequeños comercios, lo que significa un sobrecoste de entre 200 a 300 euros con respecto al año pasado.
De hecho, según cálculos de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), el coste medio de la electricidad de un pequeño negocio en julio, ha sido un 20 por ciento superior al del mes de junio, mientras que el recibo de la luz aumentó un 40 por ciento en comparación con el mismo periodo del año pasado.
Por eso, la patronal está demandando acciones contundentes por parte del ejecutivo. UPTA, por ejemplo, ha instado al Gobierno a intervenir de forma urgente en los precios de la energía eléctrica para que los negocios desarrollen de manera eficiente sus actividades económicas.
Es un momento histórico con una serie de problemas sin precedentes que exigen medidas contundentes por parte del Ejecutivo. El precio de la luz está también ahogando al pequeño empresario, que ve como sus beneficios se ven reducidos por culpa de este problema de índole económica y social.