Nos encontramos ante un año atípico desde todos los puntos de vista. La campaña de verano se está desarrollando de manera difícil, y los últimos rebrotes en algunas zonas costeras amenazan lo que resta de temporada estival. Sin embargo, todavía son muchos los trabajadores que pretenden escaparse, al menos unos días, para desconectar de una temporada difícil y estresante.
Pero, ¿se puede realmente desconectar, especialmente cuando hablamos del año con más teletrabajo de la historia? Durante la pandemia, el número de personas que trabajan desde casa en España ha ascendido hasta el 34 por ciento, según un estudio reciente de Sodexo, y una de las principales consecuencias es que estos trabajadores realizan dos horas extra adicionales de media debido a la dificultad para desconectar.
Por si fuera poco, en situaciones normales, hasta el 30 por ciento de los trabajadores españoles no consigue desconectar durante sus vacaciones, especialmente porque son incapaces de desvincularse mentalmente de los temas laborales. Cuando unimos ambos factores, los españoles se enfrentarán este verano a mayores problemas que nunca para desconectar en su tiempo libre tras la jornada laboral y, por supuesto durante sus vacaciones.
Por eso, antes de irte de vacaciones, la clave es dejar todo lo más cerrado posible para evitar interrupciones durante el descanso, sin posibilidad de que queden cabos sueltos. Es importante dejar enviado a los líderes de equipo un informe de status detallado con todos los asuntos pendientes y personas de contacto, para que nuestros compañeros puedan retomar sus tareas sin tener que recurrir a nosotros.
La desconexión de los autónomos, un sueño en tiempos de coronavirus
Esto, que parece sencillo cuando hablamos de empresas grandes, en realidad no lo es tanto cuando somos autónomos o somos asalariados de pymes con pocos empleados. En estos casos, suele ser complicado dejar el trabajo a otras personas, y ya no tenemos que rendir cuentas al jefe, sino a los clientes.
Esta circunstancia es más complicada de manejar. De hecho, es una de las principales razones que explican por qué muchos autónomos no pueden irse de vacaciones y, por tanto, no pueden desconectar. El teletrabajo va a hacer que esta desconexión sea, aun si cabe, mucho más difícil.