Hoy es el gran día amigos y amigas, señores y señoras, niños y niñas y como que el firmante no está precisamente de huelga se dirige como habitualmente a sus lectores. Hoy es el gran día que miles de personas se encuentran atrapadas en estaciones de metro, paradas de autobús, accesos a empresas deseando ir a sus puestos de trabajo, anhelando empezar la jornada como habitualmente o simplemente moverse en plena libertad, y una minoría no les deja hacerlo. Y mientras algunos que nos lo miramos desde la barrera, nos preguntamos, ¿mañana habrán cambiado algo estos señores?
Pasen y vean el mundo al revés, los que se quejan de oprimidos se convierten en los opresores, los que critican las imposiciones son los primeros que imponen. Los que se quejan de los impostores, son los reyes de la impostura. ¿Y cual es el motivo de que estos señores sean los grandes impostores?, por muchos motivos, ¿el principal?, la falta de actualización de sus planteamientos y el querer vender a los suyos que esta huelga de hoy cambiará algo a su favor, cuando nada a su favor va a cambiar. Mañana las empresas y todo el mundo laboral continuará igual, ¿y de que les habrá servido?, de nada.
Siempre he sido crítico con los sindicatos, pero a la vez he mostrado mi respeto de que en todos los ámbitos, en todos, incluso en el laboral, muy a pesar mío, pero entiendo que a veces deban de existir algunos contrapesos que limiten los excesos de cualquiera de los extremos. Pero que deban de existir unos contrapesos no significa ni que estos contrapesos puedan tener una fuerza desmedida, ni mucho menos que puedan poner en jaque simplemente por gusto el funcionamiento de todo un país, y limitar el ejercicio de la libertad individual.
Hoy los sindicatos no representan a nadie, a nadie más que a ellos mismos, y ellos mismos lo saben y esta huelga es un buen reflejo de ello, es una huelga inútil, innecesaria y que ellos mismos saben que no va a cambiar nada, pero deben hacerla para aparentar, para demostrar a los suyos que hacen algo, y los suyos mismos saben que todo es una gran mentira, ¿cual es el motivo?
El motivo es que para su desgracia ya no vivimos en la era industrial, ni vivimos en la segunda parte del siglo XX donde los derechos laborales y las protecciones sociales se extendieron después de una etapa de mucha penuria y desgracias en nuestro continente. Hoy la clase media ha ocupado el gran centro, es el gran grupo social, y con ello los extremos se han difuminado, y sin duda el poder obrero ha perdido fuerza y hoy tiene un carácter residual.
Las izquierdas y las derechas se han difuminado y transformado y además la realidad empresarial y económica, así como el día a día y la configuración actual del mundo empuja precisamente al lugar contrario al que ellos quieren empujar. Y ellos lo saben, pero cual enfermo que no quiere reconocer su problema siguen auto engañándose, y se engañarán a si mismos mientras no encuentren su encaje en la nueva sociedad, ¿y cual será ese momento?
El momento será cuando se sepan reconvertir, y los “compañeros y compañeras” decidan avanzar con los tiempos y alejarse del puño en alto, se alejen de una defensa de unos ideales hoy obsoletos y de unas peticiones carentes de sentido en la utilidad. Que no se engañen, hoy la huelga no es contra el gobierno de turno (que incluso en este caso es de los suyos), ni contra un organismo concreto, es algo mucho más etéreo, es contra un concepto, contra un modelo de vida, contra un sistema empresarial y económico, contra una realidad empresarial y profesional que inexorablemente se dirige al camino contrario donde ellos quieren ir….y por mucho que se esfuercen no lo lograrán parar, ¿quizás moldear?, espero que tampoco.
En Pymes y Autónomos | A quien no puede trabajar que le paguen los sindicatos (29-S)
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