Recordamos lo sucedido con las preferentes, un producto que los trabajadores de las cajas de ahorro desconocían en algunos casos; no obstante lo ofrecían sin pudor a clientes no potenciales de esos productos financieros un tanto complejos. Bankia no ha sido la excepción y la historia se ha repetido.
El pasado mes de marzo hubo una concentración de afectados (unos 5.000) ante diversas entidades. ¿Su queja? el bloqueo de sus ahorros como inversores,su indignación por los engaños e irregularidades en que se incurrió al ofrecerles unos productos que adquirieron confiados. Un ejemplo, los afectados por la CAM
¿Por qué tropezamos con la misma piedra?
Hace un mes podíamos leer este titular: Bankia suprime las comisiones para más de 400.000 pymes y autónomos Una buena noticia en principio, lo que ocurre es que si echamos un vistazo a declaraciones actuales observamoso que: “Bankia ha tenido especialización en grandes empresas y promotores. Como su cuota en pymes es menor el incremento futuro de morosidad también será menor que el de otras entidades, afectándole mucho menos.”
Poseemos una escasa, vaga o nula formación en finanzas. Duro pero cierto. Gracias a una persona cercana que decidió comenzar a invertir en bolsa, puedo decir que sé un 5% de lo que rodea al hecho de invertir dinero en Bolsa, y un 10% en distinguir los distintos productos financieros.
No olvidaré el día en que una trabajadora de una caja de ahorros se empeñaba en convencerme de que ellos estaban presentes en Bolsa. Ya me habían advertido de las categorías, y desde luego ellos no formaban parte del núcleo duro del Ibex 35. No poseían acciones, ofrecían cuotas participativas. Un becario que debía haber visionado Wall Street un par de veces, apoyaba la tesis de su compañera. No compré y di de baja mi cuenta.
No soy más lista que nadie, es más, presumo de mi ignorancia y trato de aprender de todo y de todos, cada día. Duele comprobar cómo se han aprovechado de muchas personas, de ahorros de toda una vida con falsas promesas, y con información sesgada.
Ahora la única solución es salvar a la entidad porque su destino y el de nuestras empresas y pymes van de la mano. Si Bankia cae, nosotros también. Al menos eso nos diría la lógica. Pero una anda algo despistada, entonces las pymes y autónomos que hayan confiado en Bankia ¿tienen al Estado como dueño de sus ahorros o gestor de sus préstamos?
Bankia parecía un valor seguro ¿verdad? Al menos desde el exterior. Un presidente solvente, con experiencia en el campo de las finanzas. ¡Fue director del Fondo Monetario Internacional (FMI)!, el grupo estaba liderado por un experto. Los clientes, los pequeños inversores y los accionistas debían estar tranquilos.
¿Qué ha sucedido entonces?
Por parte de entidades y diarios económicos se advirtió del peligro de comprar acciones de Bankia al considerarlas de alto riesgo. Dato curioso cuando en octubre de 2011, daba el salto al Ibex mientras se resaltaba su alto volumen de negociación como bienvenida. En marzo de este año 2012, ya se apuntaba hacia Bankia como entidad “para no tocar”, vamos para no invertir ni un euro. Incluso se rumoreaba sobre su absorción por parte de otros grandes bancos.
Pero a la vez, Bankia se mostraba cercana y dispuesta a prestar. El día catorce desde la red social twitter y el 15M se pedía a los clientes que retiraran sus ahorros, y que como cualquier pyme, si quiebra que cierre. Sabemos que no es tan fácil.Eso sí, se reclama facilitar el crédito a las familias y a las pymes. Desde todos los ámbitos surgen ideas, reclamaciones y cambios.
Lo que ha sucedido es que lo que un cliente adquirió como una preferente vio que se convertía en una acción, y las acciones de Bankia caían en picado. De hecho durante la nacionalización sus acciones rondaban el 1,86 comparado con el Banco Santander y sus 4,60 se percibe esa “pequeña” diferencia.
En resumen, la avaricia por entrar en Bolsa, no poseer unas cuentas transparentes, y aspirar a más de lo que se tenía ha propiciado la caída y la posterior recogida y cura de la herida, por parte del gobierno. ¿Es mala o buena la decisión? Depende del analista económico que leas.
A nivel popular no es positivo que se inyecte dinero público en una entidad privada, a otros niveles se tacha la decisión de sensatez. Ahora nos toca a nosotros decidir con qué opción nos quedamos. Para comenzar dejo esta guía práctica para clientes y acreedores de Bankia.
En Pymes y Autónomos| ¿Perdonarías tus facturas por cobrarlas antes?
Imagen| Tunguska