La reapertura de los comercios está cerca, y es posible que esta coincida con la segunda campaña de rebajas del año, prevista para los primeros días de julio. Coincidiendo con el verano, las tiendas ponen a la venta sus productos con suculentos descuentos para llamar la atención del consumidor. Sin embargo, este año va a ser bien diferente, ya que el pequeño comercio ya ha pedido el Gobierno una reapertura sin campaña de rebajas.
Una petición que, de no cumplirse, podría llevar a la quiebra a muchas empresas. Según cálculos de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), si el Gobierno permite las rebajas y las ventas promocionales se destruirá el 40% del pequeño comercio, lo que sería la puntilla para más de 700.000 autónomos del pequeño comercio.
Estos trabajadores han realizado una inversión que, de media, alcanza los 25.000 euros, para tener en sus almacenes stock suficiente con el que afrontar la campaña de primavera y verano. Sin embargo, desde que se decretó el estado de alarma, el 14 de marzo, no han podido operar. Más de dos meses sin actividad y sin previsiones de apertura.
Eduardo Abad, presidente de UPTA ha asegurado que, de no llevar a cabo un retraso de la temporada de rebajas, ventas promocionales o análogas, los centros comerciales y las grandes marcas terminarán con miles de pequeños comercios en todo el país. Estas empresas sí tendrían la capacidad para fabricar específicamente para las rebajas y, además, tienen los medios para desarrollar grandes campañas publicitarias.
De hecho, muchas de ellas ya han comenzado su particular campaña de rebajas ofreciendo productos con descuentos de hasta el 70% en un anticipo de lo que está por venir. Su objetivo es que la temporada sin rebajas se alargue, al menos, hasta la segunda quincena de agosto, lo que les daría el impulso necesario para salir adelante.