Una vez que el juzgado de lo mercantil admite el procedimiento concursal de una empresa lo primero que procede es decretar el auto de admisión del concurso de acreedores y cambiar al órgano de administración de dicha sociedad. Por tanto, el Juez tendrá que nombrar a unos nuevos administradores que serán los que se encarguen de dirigir la empresa durante el procedimiento.
El o los nuevos administradores no serán unas personas cualquiera, de hecho la Ley concursal establece cómo ha de ser ese nombramiento del órgano de administración y qué tipo de personas serán las que estén facultadas para desempeñar esa función.
La administración de una empresa concursada se hará de manera colegiada y se habrá de asegurar en else órgano la presencia de un abogado con experiencia profesional de al menos cinco años; un auditor de cuentas, economista o titulado mercantil colegiado con una experiencia profesional de al menos cinco años y un acreedor que sea titular de un crédito ordinario que no esté garantizado.
En el caso de los concursos que se siguen mediante un procedimiento abreviado, se permite que la administración concursal pueda ser llevada a cabo por un único miembro, que deberá ser abogado, auditor, economista o titulado mercantil.
La toma de decisiones por parte de los integrantes del órgano de administración se hará por mayoría, pudiendo el Juez tomar determinadas decisiones en los casos en que fueran necesarios. Además el Juez podrá otorgar competencias especiales a algunos de los administradores
En lo que respecta a la responsabilidad de los administradores concursales, éstos responderán ante el deudor y los acreedores de los daños y perjuicios causados a la masa por cualquier acto ilícito o realizado sin la debida diligencia durante el procedimiento. Esta responsabilidad será solidaria y prescribirá a los cuatro años.
En Pymes y Autónomos | El inicio del concurso de acreedores Imagen | UNED