Mucho se habla de la restricción al crédito que tienen las pymes y autónomos, de cómo los bancos han cerrado el grifo y aquí no hay quién consiga un préstamo ni queriendo.
Y es posible, no lo dudo, pero ¿por qué motivos nos deniegan esos créditos? ¿qué problemas encuentran las entidades financieras para que esas solicitudes de crédito sean rechazadas una tras otra? Vamos a intentar hacer examen de conciencia a ver qué conclusiones sacamos.
Descuento de papel comercial en sectores delicados. Por sectores delicados, me refiero a construcción y afines, en donde las principales necesidades de financiación provienen en el descuento de pagarés por la propia estructura de pagos que tiene diseñado el sector.
Esta es la patata caliente, la que depende de unas ventas de inmuebles que han caido en picado, en donde un pagaré de la promotora o constructora más solvente del mundo hoy, pasa a ser papel mojado mañana. El riesgo es muy elevado y si no se responde con tesorería y activos líquidos realizables a corto plazo, las negativas de descuento son muy lógicas.
Renovación y ampliación de líneas de crédito. Este es el punto más espinoso de todos y sobre cómo se tiene que usar una póliza de crédito hemos hablado largo y tendido. Lo que realmente suele suceder en la mayoría de los casos, es que se agota todo el crédito disponible, se van pagando intereses trimestralmente y queremos mantener esta situación de manera indefinida.
Pensemos friamente, esto no es un crédito, es capital que estamos usando como fondos propios en la empresa, en donde mi socio es el banco y me cobra unos dividendos materializados en intereses. El día que el banco dedice dejar de ser mi socio, comienzan los problemas para mí, y el banco es el demonio.
No nos equivoquemos, el banco no tiene porqué ser indefinidamente nuestro socio y ahí sólo tenemos un problema de falta de capital, que se puede solucionar dando entrada a nuevos socios o ampliando capital colocándolo yo de mi patrimonio personal.
Financiación de inmovilizado. Es otro punto caliente. Cuando acudimos para adquirir bienes materiales pero no tenemos detrás un plan de negocio que respalde la inversión, que rentabilice la misma, que genere el dinero suficiente para poder devolver ese crédito, es muy lógico que se nos cierren las puertas crediticias.
Es el equivalente que podemos encontrar en nuestra empresa a realizar una venta en donde estimamos que vamos a tener muchos problemas para cobrar. En estos casos, no vender es la mejor opción y eso mismo hace el banco. Os animo a que pongáis situaciones concretas y hagamos un análisis detallado de algunas, para comprobar si los malos son los bancos o quizá el problema sea nuestro.
Imagen | Eric Caballero
En Pymes y Autónomos | Burofax del banco: no me renuevan la póliza de crédito