El colapso del SEPE y los ERTES, estás son las incidencias más comunes
No solo los hospitales y la sanidad están soportando una carga de trabajo para la que no estaban preparadas. El Servicio Estatal de Empleo ha tenido que gestionar de forma masiva una cantidad enorme de solicitudes de prestación extraordinarias y esto ha provocado el colapso del SEPE con los ERTES y una gran cantidad de incidencias.
En muchos casos los problemas se han reproducido debido a los continuos cambios de procedimiento del SEPE o información confusa para las empresas. Un ejemplo ocurrió cuando tuvieron que renovar los ERTE después de los tres primeros meses muchas empresas. Las empresas tienen que enviar los ficheros con los trabajadores afectados y muchos de los errores se derivan, o al menos eso alega el SEPE, a fallos por parte de las empresas en completar estos datos.
El principal problema es el colapso del servicio. Donde antes había uno o dos funcionarios para tramitar ERTES hoy en día han tenido que formar, no todo el mundo sabe como hacerlo. Por este motivo se ha trasladado gran parte del trabajo a las empresas, que lo den todo hecho y se automatice lo máximo posible. El problema es que no hay gente suficiente para la corrección de errores. Ni para la atención a empresas, ni por supuesto trabajadores en ERTE que no saben si cobrarán o si lo harán de forma correcta. Vamos a ver alguna de las incidencias.
No he cobrado mi prestación
Es una de las peores situaciones. Porque muchas veces el trabajador no sabe lo que ha pasado. Tiene que reclamar a su empresa, pero si ésta se desentiende, que no sería la primera, tendrá un grave problema. Porque acudir al SEPE no es una opción, ni tampoco puede arreglarlo por su cuenta. Lo normal es que no les hayan incluido en el fichero por error, pero si no ha sido así muchos se encuentran en un callejón sin salida y sin nadie que les ayude.
El SEPE me ha sacado del ERTE pero sigo sin trabajar
Este es otro de los errores que más se han dado. Dejamos de cobrar porque se ha cambiado el procedimiento o nuestra empresa desconoce que tiene que renovar la información que pasa al SEPE. Ahora todo está un poco más claro, pero al principio y en las primeras veces que se tuvo que aplicar hubo bastantes problemas.
Sigo cobrando el ERTE y ya he vuelto a trabajar
Esta es algo también habitual. Como nuestras empresa informa de que nos ha sacado del ERTE pero las oficinas están colapsadas puede darse el caso de que cobramos nuestro salario habitual, pero también del SEPE. Muchos pueden pensar que es una buena noticia, pero nos reclamarán este dinero así que mejor guardarlo que gastarlo. El empleado tendría que presentar un escrito para devolver el cobro indebido y después el SEPE le reclamaría el importe.
No me tienen en cuenta a los hijos a cargo
Otro de los problemas más habituales. Cobramos menos de lo que toca simplemente porque el SEPE desconoce nuestra información familiar. Es uno de los que se han subsanado de oficio por su parte al cruzar datos de trabajadores y actualizar.
Un grave problema con los canales de atención al ciudadano y las empresas
No se puede acudir a las oficinas de atención a reclamar. Al principio por confinamiento y oficinas cerradas. Después porque había que acudir con cita previa y no se daban más citas. El teléfono era imposible comunicar por saturación de líneas. Y así muchos afectados entraban en el bucle de la desesperación.
Ni siquiera daban respuesta a través de los perfiles en las redes sociales. Todos los canales de comunicación han estado desbordados y no se ha ofrecido el mínimo servicio imprescindible. Faltan medios, pero también mucha agilidad a la hora de reaccionar. La administración no está preparada para circunstancias como las acaecidas.
Utilizar el canal menos saturado para contactar con la administración, el fax
Por eso ante la desesperación alguno ha optado por buscar el canal menos utilizado para relacionarse con la administración, el fax, un vestigio del pasado que en muchas sigue en marcha. Seguro que muchos han pensado en coger el Delorean, volver a los años 90 para enviarlo. Pero lo cierto es que existen muchos servicios para enviarlos a través de internet o un correo, sin tener que disponer del propio aparato de fax.
Es cierto como echar un mensaje dentro de una botella y esperar que alguien lo reciba. Enviar un fax a la administración es una medida desesperada, pero puede que alguien que esté en la oficina vea el mensaje, lo lea y decida hacer algo al respecto. Conozco a algunas personas que han logrado solucionar algunos de los trámites pendientes por esta vía.
Imagen | ErikaWittlieb