Estamos en unos días de vacaciones en los que es difícil concentrarse y trabajar con normalidad. Mucha gente está fuera de la oficina y otros sólo de cuerpo presente, con la cabeza ausente, pensando más en los días festivos, los regalos o las comidas con los seres queridos.
Localizar a alguien, un proveedor, un cliente o un compañero de trabajo, puede ser misión imposible hasta entrado el mes de enero, incluso hasta después de la festividad de los Reyes Magos si resulta ser de los que está apurando sus últimas vacaciones. Coordinar un proyecto en el que participen varias personas a veces llega a ser desesperante, por eso siempre digo que hay que ser prácticos en momentos como estos, tomarse las cosas con calma y aprovechar para avanzar en otros temas que probablemente tenemos abiertos pero a los que nunca damos carpetazo. Ahí van mis propuestas, por si no se te ocurre ninguna:
- Es un buen momento para hacer una copia de seguridad de tus datos, si eres de los que lo va dejando para más adelante.
- Ordena tu mesa, tira los papeles que llevan ahí encima desde hace meses y que seguramente no vas a utilizar nunca.
- Deja el coche en el taller. Como no hay mucha gente trabajando, por que llegues un poco más tarde a la oficina, seguro que no pasa nada. Si aún encima, es imprescindible para tu trabajo, estos días es muy probable que lo necesites mucho menos que en otros momentos de mayor actividad.
- Revisa tu agenda de contactos, haz limpieza de los que están obsoletos y da de alta los nuevos que aún tienes en tarjetas de visita. Sincroniza tus dispositivos (móvil, portátil, sobremesa) y tendrás todos en cualquier momento.
- Cierra ese proyecto que tienes abierto desde hace meses sin avanzar nada. Ya está, carpetazo y punto ¿Se va a morir alguien? No creo, pero por lo menos tendrás un frente menos que atender. No se puede abarcar todo.
- Ordena tus finanzas personales y prepárate para 2009 y lo que pueda venir.
- Compra una silla nueva, si la que tienes está ya destrozada y te destroza la espalda. Lo mismo con la mesa.
- Configura cualquier cosa de tu ordenador que tengas pendiente: La impresora, la red inalámbrica,... Este es un buen momento para perder el tiempo con ello, incluso acompañado de un profesional que haga el trabajo sucio.
- Compra un ordenador nuevo o algún componente que tengas desfasado. Un monitor o una CPU en condiciones te harán ser más productivo y, en el caso de la pantalla, tu vista lo agradecerá.
- Súbele el sueldo a tus empleados. Esta, va de propina, y seguro que a muchos les gustará (sobre todo a los asalariados).
Bueno, que os sea leve a los que trabajáis. Yo soy uno de ellos, así que iré tapando agujeros y aprovechando para avanzar en lo que pueda, incluido el paso por el taller. Seguro que hay donde rascar, sólo es cuestión de ponerse y no dejarse llevar por la modorra navideña.
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