En un entorno económico como el actual, en el que las empresas vienen arrastrando durante años ejercicios fiscales muy contenidos, e incluso negativos, fidelizar al cliente y aumentar su vinculación se han convertido en dos conceptos de vital importancia.
El problema es que muchas de las empresas lo desempeñan de manera excesiva, hasta el punto de los clientes se sienten presionados, insatisfechos, e incluso, desorientados.
Adicionalmente, hay casos aún más gravosos, como el objetivo de algunos empresarios de obtener el mayor margen empresarial posible, una estrategia que de funcionar, solo lo hace a corto plazo, porque lo más habitual es que acabe con la relación cliente - proveedor.
En mi opinión, debemos de huir de estas estrategias, porque a pesar de que actuar de este modo puede llegar a 'maquillar' una situación coyuntural, que sería peor para nuestro negocio, ya que el problema de puede agravar irremediablemente en el momento en que dejemos de gestionarlo con una visión de largo plazo.
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