A pesar de que no ha tenido mucha publicidad, el gobierno de Mariano Rajoy acaba de dar luz verde a una segunda amnistía fiscal dentro de la misma legislatura, en esta ocasión dirigida al los empresarios y profesionales que tienen dinero negro procedente de rentas y/o actividades en el extranjero.
Una medida que es todo un coladero para estos sujetos pasivos, que evitarán tener que pagar la tasa del 27% que contempla la legislación, para tener la oportunidad de 'legalizar' su dinero a una tasa fija del 1% invirtiéndolo en una Sociedad de Capital Variable (SICAV) con domicilio fiscal en España.
Esta situación supone una ventaja para los grandes capitalistas, perjudicando a las pequeñas empresas, especialmente aquéllas que cuentan con pocos recursos y no pueden permitirse el lujo de inmovilizar su dinero en una SICAV.
Y lo peor de todo no es eso, sino que se 'siembran' nuevas esperanzas para los defraudadores al tener estos la firme convicción de que al término de sus negocios, siempre encontrarán una ventana en el futuro, a través de la que legalizar su dinero.
En Pymes y Autónomos | Aclaraciones sobre la amnistía fiscal, defraudar puede salir más barato todavía Imagen | randradas