España juega de negro en Brasil y gana por tres a cero, el luto parece que motiva a la selección, por su parte Inglaterra sigue a España de vuelta a casa y mientras Grecia, Portugal e Italia se la juegan en un partido, Holanda, Bélgica, Francia y Alemania sacan musculo y presentan sus credenciales para la siguiente fase. Y sin embargo no solo competimos por meter goles, también en lo que a materia tributaria se refiere, ya que la armonización fiscal en la Unión Europea dista mucho de ser una realidad. En Europa al igual que en el fútbol cada uno a su bola y si puede meter un gol a otro pues no se lo piensa dos veces.
¿Que es la armonización fiscal?
La armonización fiscal consiste en coordinar los regímenes fiscales de los países europeos para evitar modificaciones no concertadas que introduzcan la competencia entre las políticas fiscales nacionales, lo que podría perjudicar al mercado interior.
La Unión Europea reconoce en su web oficial que la consecución de una auténtica armonización fiscal en los 27 países es un proceso difícil, puesto que en este ámbito los Estados miembros siguen manteniendo en gran medida sus competencias.
Diferencias en el IVA en la Unión Europea
Aunque se ha alcanzado un grado mínimo de armonización, por ejemplo con los límites comunes de los tipos del impuesto sobre el valor añadido (IVA), que imponen un tipo mínimo de IVA del 15 % sobre todos los productos (salvo exenciones y autorizaciones especiales), mínimo este que solo aplican Luxemburgo y Chipre. Las diferencias entre los países de la Unión Europea son sustanciales, así los países más fuertes como Francia o Alemania tienen su IVA en 19% y 20% respectivamente, mientras que los paises con los tipos más altos son Hungría (27%), Dinamarca (25%), Suecia (25%) y Rumanía (24%). En los países intervenidos como Portugal, Irlanda y Grecia, este tipo se encuentra en el 23%, al igual que Finlandia y Polonia. Italia, junto con España, han tenido que subirlo hasta el 21%, mientras que Letonia ya tenía este índice con anterioridad. Lo dicho antes cada cual a su bola.
Ya desde 1997, los Estados miembros mantienen un amplio debate sobre las posibilidades de una acción coordinada para intentar controlar los efectos perjudiciales de la competencia fiscal, actuando principalmente en tres ámbitos: el impuesto sobre sociedades, la fiscalidad de los rendimientos del ahorro y la imposición sobre los cánones entre sociedades.
La injerencia de Europa en los asunto internos de España
Y mientras la armonización fiscal parece una utopía inalcanzable y Europa impone modificaciones fiscales solo a golpe de rescates, parece que se enrabietan ahora todos porque no se cruje más a los ciudadanos con subidas de IVA y se bajan determinados impuestos. Y aunque personalmente, creo que toda medida encaminada a recuperar la demanda interna en principio debe ser bien recibida, me preocupan los 55.000 millones que el Gobernador del Banco de España dice que nos hacen falta.
Por su parte el vicepresidente de la Comisión Europea (CE), Olli Rehn se queja sobre las medidas aprobadas por el Gobierno de Mariano Rajoy diciendo:
No puedo decir que hayamos sido consultados intensamente.
Esto significa que ahora estudiaremos las decisiones y evaluaremos su compatibilidad con las recomendaciones. Cuando hayamos hecho nuestro análisis, informaremos y comprobaremos si las decisiones están en línea con las recomendaciones del Consejo aprobadas
Desde Bruselas se recuerda que España tiene una de las presiones fiscales más bajas del continente (siete puntos de PIB por debajo de la media). Un déficit público que cerró el año pasado por encima del 7% del PIB. Y una deuda pública que se encamina a toda velocidad hacia el listón del 100% del PIB.
Con tanto gol recibido, la comisión nos mete tres goles más y nos amonestan por:
- No seguir la recomendación de subir el IVA y a cambio recortar las cotizaciones sociales.
- El incremento de deducciones, que va en dirección contraria al objetivo declarado de simplificar el modelo impositivo.
- Las medidas anunciadas que “harán más difícil que España cumpla los objetivos de consolidación fiscal”.
Lo dicho, cada cual a su bola.
Imagen | Heart Industry
En Pymes y Autónomos | La reforma fiscal del gatopardo