Algunos departamentos tienen una situación delicada al tener que dar servicio a dos jefes al mismo tiempo, lo que supone que muchas veces tengamos dudas sobre lo que hacer, a quién atender primero, cómo fijar las prioridades, y los potenciales conflictos que se pueden derivar cuando los dos superiores tienen objetivos distintos (o incluso opuestos).
Una situación que se deriva por una incorrecta planificación de los proyectos y/o equipos, o también a causa de la improvisación que viene motivada como consecuencia de la no reordenación de los equipos en función de las circunstancias (algo muy frecuente en la coyuntura actual).
Curiosamente, los propios jefes son conscientes muchas de las veces de la situación de conflicto e ineficiencia que se puede derivar, pero algunas veces por no tener los incentivos suficientes como para arreglar la situación, o bien para tratar de no buscar un enfrentamiento dentro de la dirección, dicha situación se prolonga en el tiempo.
Dicho esto, y partiendo de la base de que los principales afectados son el equipo de personas que sufre esta situación, siendo realista, poco margen de maniobra tenemos para paliarla. Aunque lo que sí podemos hacer es jugar bien nuestras cartas buscando un momento de estrés o situación crítica para intentar hacer ver en caliente a ambos, y de manera objetiva, la necesidad de delimitar las funciones y establecer unas prioridades de forma coordinada para evitar crisis futuras.
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