Existe un concepto erróneo, muy común, de que el desarrollo individual debe suceder, individualmente. Sin embargo, la realidad nos muestra que nada mas lejos de la verdad.
A pesar de esta noción cultural común de mejora personal, los esfuerzos más exitosos por mejorarnos a nosotros mismos tienen como protagonistas a otras personas de nuestro núcleo.
Por eso si estás buscando obtener una nueva habilidad o romper un mal hábito, busca personas, tanto dentro como fuera de su organización, que estén buscando hacer lo mismo y promover reuniones regularmente.
Con este mismo planteamiento puedes unirte a comunidades de aprendizaje en línea, grupos de discusión o cursos. Al intercambiar empatía, historias de éxito e ideas, puedes construir la confianza y el compromiso para superar los reveses y acelerar la adopción de nuevos comportamientos.
Lo más importante de este comportamiento es que se crea un sentido de propiedad sobre el éxito de uno que acaba por resultar en un impulso para el cambio.
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