La agresividad en el comercial perjudica seriamente la imagen de tu empresa

La agresividad en el comercial perjudica seriamente la imagen de tu empresa
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HOY SE HABLA DE

Vender es un arte, ya lo vimos en cuanto a la actitud de un dependiente, y respecto a la preparación que conlleva el trabajo de comercial.

El marketing, la tecnología, los nuevos espacios para dialogar con el cliente han cambiado, pero la esencia: el saber cómo comunicar y ofrecer un producto de manera eficaz sigue siendo la misma. Si ésta falla y nuestra venta brilla por la agresividad durante el proceso, el resultado puede ser nefasto para la imagen de la empresa.

Hablar mucho, error de principiante

Un profesional de la venta, debe dominar la escucha activa. Si bien no parar de hablar y elevar a los altares los beneficios de su producto puede parecerle una buena estrategia, al cliente sólo conseguirá aturdirlo con tanta información.

Faltar a la verdad

Aquí comienzan los problemas. Un vendedor honesto y profesional apostará por la verdad. Siendo consciente de que su discurso será comprobado en cuanto el cliente estampe su firma.

Prometer y no cumplir

Cuando un cliente asiste atónito a que nada de lo que ese trabajador dijo se ha cumplido: puntualidad, profesionalidad por parte de otros compañeros, etcétera, de nada sirven sus palabras, ni una imagen en la red de organización idílica.

Si falla la imagen en Internet porque no está en consonancia con la realidad, el encantador de serpientes optará por lo fácil y negativo: desaparecer,

El teléfono comunica

Al ser consciente de que el servicio ha sido pésimo y todo lo que parecía un regalo o un extra de máxima calidad, falso lo último que se debe hacer es no responder a las llamadas. Resolver dudas o sencillamente escuchar es más sensato que esconderse del cliente.

La empresa paga las malas artes del vendedor

La ansiedad por vender o la presión o la pura ambición, si no va la de la mano de un protocolo que incluya la satisfacción final del cliente, es mejor dedicarse a otra profesión.

Porque entonces la empresa será también la perjudicada. Ella tendrá que responder por cada uno de los errores cometidos por quien debe ser su portavoz, su representante y su embajador. El comercial no nace, se hace. Y un buen vendedor sabe que una mala venta es sinónimo de desprestigio no sólo para él sino para la organización que representa.

En Pymes y Autónomos|Vender requiere de tiempo y paciencia

Imagen|Gellinger

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Comentarios cerrados
    • Joana, no te lo vas a creer, te voy a contar un caso verídico sobre agresividad comercial. De hace pocos días.
      Me aparece un comercial de Vodafone por casa a las nueve de la noche. Curiosamente el día anterior había estado hablando con mi hermano de que iba a contratar con ellos porque tenían una oferta muy interesante. Le dije al chaval que sí que estaba interesado, pero que a las nueve de la noche tengo cosas que hacer, la cena a mi hija, la ducha y a la piltra. Cosas que, como te imaginarás son muchísimo más importantes que atender a un comercial de Vodafone, dicho sea con todos los respetos.
      Le emplazo al día siguiente a las once y media de la mañana, haciendo hincapié en la hora, porque a las doce tenía que estar en otro sitio. ¿A ti te fue a ver a las once y media? A mi, tampoco. O sea, soy un cliente interesado. ¿Cuántas personas de "puerta fría" le emplazan para una segunda visita?¿Cuándo se presentó? A las nueve de la noche. Se disculpa diciendo que estaba con un cliente (No se da cuenta que con ese argumento yo interpreto que ese cliente era más importante que yo, ya me está poniendo en contra, pero mucho)Le vuelvo a decir que a las nueve de la noche tengo otras cosas que hacer y él insiste en que es un momentito. Le tengo que decir que los momentitos los decido yo, y que sí, que estoy muy interesado en su producto. Le digo que me deje un teléfono y que a lo largo de la mañana siguiente le llamo para cerrar una cita.
      A la mañana siguiente, cuando yo había preparado a mi niña para llevármela a Sanxenxo a corretear por la playa (si, aquí en vacaciones de navidad también se podía corretear por la arena de la playa), justo cuando voy a abrir la puerta suena el timbre ¿Quién es? El de Vodafone, al que le había dejado meridianamente claro que yo le llamaría. Se disculpa con un "es que estaba por aquí". Como me pilló con buen ánimo, hacía sol, estaba de vacaciones, le dejé pasar a que me expusiera el producto.
      Resulta que llevaba un guión aprendido y dos o tres preguntas que le hice no me las supo resolver. Su único argumento era criticar a la operadora que tenía actualmente. El más que posible nuevo cliente, se estaba esfumando sólo y exclusivamente con las formas del comercial. Quedo con él en que le llamo para darle una respuesta y me atosiga con lo de que la oferta se termina en dos días (Estoy mirando en la web de Vodafone y la oferta sigue a día de hoy) Resuelvo las dudas que tengo, mirando la información de internet (que a él no se le ocurrió mirar en la flamante tablet que llevaba) y haciendo una llamada a la propia Vodafone (cosa que a él tampoco se le ocurrió). El resultado es que su oferta, efectivamente se queda un poco por debajo de lo que yo estoy pagando en la actualidad aunque algunas características estaban por debajo de lo que tengo. Decido llamarle y para meter un poco de presión le digo "mira está bien, pero creo que no lo voy a coger por esto y por esto..." buscando una reacción ofreciéndome algo más que pudiera equilibrar las cosas.
      Respuesta del elemento. "Bueno, pues si cree que eso que tiene es mejor, buenas tardes" y me colgó.
      Ya me fui una vez de Vodafone porque me hicieron una pirula con una factura después de un montón de años (desde que empezaron en España como Airtel, de hecho yo fui el primer vendedor de sus productos en mi localidad). Y ahora me vienen con estas. Como dicen en mi pueblo, una vez capan a un galgo, a la dos no tiene ...

      ¿Todo este rollo para qué? Pues para incidir en que la imagen agresiva de este elemento, presentándose en mi casa a las nueve, viniendo sin avisar, no presentándose a las citas, con los datos sin aprender, criticando a la competencia y colgando por teléfono, han hecho que su empresa, a partir de ahora, sea transparente a mis ojos. Me deberían poner fibra óptica hasta en la caldera del gas y tener internet hasta en el rollo del papel higiénico de casa, y todo a un euro al mes, para que me planteara volver con ellos.
      He dicho.
      Por cierto, Feliz Año Joana, que no recuerdo si te lo había dicho.

    • Feliz Año Arias,

      No estoy segura de si me lo habías dicho XD pero te lo agradezco dos veces, por si acaso.

      Como siempre, tus ejemplos ilustrativos ayudan a comprender mejor el artículo. Desde el principio todo lo hizo mal el comercial, pero el problema no está en él, ni en su actitud, sino en los superiores.

      Permitir a una persona no válida para el puesto les hace daño a ellos. Por ahorrarse un dinero, y contratar a un perfil más económico (jóvenes, o personas sin tablas en las ventas) sólo logran perder clientes. Así de sencillo.

      También he vivido un caso similar pero no con una compañía de teléfono y la sensación es de impotencia: hay buenos profesionales sin trabajo, mientras estas personas no venden y ponen tu paciencia a prueba.

      Mucha tuviste :)

      "Fibra óptica hasta en la caldera del gas" Muy bueno.

      Un abrazo y saludos alicantinos

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